Masificación en las aulas de Montoro

Hoy parece que prima la cultura del celofán y de la apariencia sobre lo realmente importante. Las autoridades educativas de Andalucía publicitan a bombo y platillo una campaña publicitaria, en la que prometen que trabajan "por una educación de calidad, moderna y cosmopolita". ¿Cómo se consigue esto, según ellos? Mediante la implantación de centros TIC (es decir, llenando las aulas de ordenadores) y de centros bilingües. Sin embargo, estudios recientes señalan que el nivel de conocimientos de nuestros estudiantes está a la cola del ranking europeo.

La razón es muy sencilla: se olvidan las necesidades educativas básicas. Los profesores del I.E.S. Santos Isasa (Montoro, Córdoba) estamos muy preocupados por la calidad de la enseñanza que reciben nuestros alumnos: se está resintiendo sustancialmente este curso: el número de alumnos de dos grupos de 3º de ESO excede la ratio máxima permitida (máximo de 30 alumnos por grupo). Hay en estos grupos 32 y 33 alumnos y, además, concurre el agravante de que varios estudiantes de estos grupos tienen necesidades educativas especiales. Los tres grupos de 1º de Bachillerato sobrepasan igualmente la ratio establecida. Esta masificación es incompatible con la calidad educativa. Un número tan elevado de alumnos no cabe físicamente en las aulas. De otros parámetros, como calidad docente, atención individualizada al alumno o adaptación curricular a chicos con necesidades educativas especiales, mejor ni hablamos.

Hemos expuesto el problema a la Delegación de Educación de Córdoba, reclamando como solución urgente que se dote con más profesorado al centro, de modo que puedan desdoblarse esos grupos. Pero las autoridades hacen oídos sordos a nuestras demandas. Otro lema de esa campaña es "Avanzamos con los centros TIC". Y preguntamos nosotros: ¿a costa de retroceder en la infraestructura básica, en la dotación más elemental de medios humanos y materiales? Basta ya de una política educativa para la galería, y a ver si de una vez se piensa en las necesidades educativas básicas. ¿Queremos converger con Europa en el nivel de formación de nuestros estudiantes? Pues construyamos una política educativa, empezando por los cimientos y no por el tejado.