Justicia prevé contratar 1.500 trabajadores con la construcción de 11 nuevas cárceles hasta 2010
Los funcionarios de prisiones deberán superar un tiempo de prácticas y pruebas físicas
Nuevos funcionarios para las nuevas cárceles. Los funcionarios de prisiones que se incorporen a partir de junio de 2006 deberán pasar un proceso de selección exigente para ocupar la plaza. La Generalitat cree que si se pretende "modernizar y racionalizar" el sistema penitenciario han de romperse inercias, y una es la del personal, aprovechando que contratará a 1.500 nuevos empleados para las cárceles que se construirán hasta 2010. El Departamento de Justicia trabaja en una reorganización de las cárceles que incluye la figura del gerente para asuntos penitenciarios y económicos.
Después de modificar los criterios para los funcionarios, la Secretaría de Servicios Penitenciarios aplicará una política similar con los mandos intermedios de las prisiones (jefes de servicio, de centro, de unidad y coordinadores), y está estudiando la fórmula para el nombramiento de los directores. A pesar de que se trata de cargos de libre designación, la propuesta que está en estudio es que pueda optar a director de una cárcel cualquier funcionario del nivel A de la Generalitat. Es decir, titulados universitarios, con independencia de la profesión que ejerzan.
El plan de prisiones de la Generalitat, que prevé la construcción de 11 centros hasta 2010, supondrá la incorporación de 1.500 funcionarios nuevos. Ahora han de pasar una prueba psicotécnica, otra de cultura general y una tercera específica del temario correspondiente, además de una revisión médica. A partir de junio de 2006, además, los futuros funcionarios deberán superar un proceso de selección formativo, teórico y práctico que durará un máximo de seis meses. Durante este tiempo trabajarán como funcionarios en prácticas.
Endogamia
La otra novedad de las nuevas convocatorias será la superación de una prueba física. "El funcionario ha de estar en condiciones de afrontar las situaciones que se le puedan presentar, desde el incendio de una celda hasta la conducción de un interno", asegura Albert Batlle, secretario general de Servicios Penitenciarios de la Generalitat.
Batlle cree que entre los funcionarios penitenciarios, "como en muchos otros colectivos", hay sistemas endogámicos, de manera que diversos integrantes de una familia acaban desempeñando la misma profesión. La plantilla actual es de 3.200 trabajadores, 600 de los cuales son interinos. En las próximas convocatorias se pretende acabar con estas situaciones de provisionalidad. La última oferta de empleo de 300 nuevas plazas, pactada entre el Gobierno de CiU y los sindicatos, se ha ampliado en 190 plazas más y en el primer trimestre del año próximo se convocarán 150 nuevas plazas.
El acuerdo para modificar las condiciones de acceso del funcionariado no lo firmó UGT, sindicato mayoritario del sector. Quienes sí lo firmaron fueron CC OO y Catac-IAC, una formación de planteamientos nacionalistas que nada tiene que ver con la sección Catac-Prisiones, que hace un tiempo se disolvió y pasó en bloque a UGT, lo que explica la actual implantación de este sindicato.
El pasado mes de julio, el Departamento de Justicia de la Generalitat aprobó una reorganización del organigrama de las grandes cárceles, que será el que se aplique en las prisiones de nueva construcción. El rediseño consiste en crear la figura del gerente, del que depende la unidad de recursos humanos, la gestión penitenciaria y la económica. De esta manera se libera al director de las funciones burocráticas que tenía encomendadas hasta ahora. "Se trata de aplicar un sistema ágil, como el de los hospitales, en los que hace 20 años el director había de estar pendiente de los suministros de sábanas en lugar de ejercer funciones de dirección", asegura Batlle.
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