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Entrevista:JANE FONDA

"Aún tengo dentro una pequeña Barbarella"

Pregunta. En sus memorias se abre bastante la gabardina.

Respuesta. Yo sabía que tenía una historia que contar. Y que si la contaba como ha sido podía ayudar a la gente.

P. ¿Cuántas bolas mete?

R. Cero [ríe y hace el número con los dedos].

P. ¿Qué parte le ha supuesto desnudarse más?

R. [Pausa] Contar los tríos sexuales que hacía con Vadim.

P. ¿Conserva el peso de hija de papá?

R. No. Justamente en el libro cuento cómo superé la sombra de mi padre y me convertí en persona por mí misma.

P. ¿Borró a su madre de su vida porque se suicidó?

R. Mi madre tenía una enfermedad mental, y además no sabía demostrarme su amor. Por eso la rechacé.

P. En su último filme, La madre del novio, es una suegra fusilable. ¿Igual en la realidad?

R. Nooo.

P. De pequeña tuvo problemas con su cuerpo, pero parece que se le pasaron pronto.

R. Durante toda mi vida he sufrido de la enfermedad de querer complacer. Creía que para ser amada una mujer tenía que ser perfecta. He tardado 60 años en darme cuenta de que con ser suficientemente buena basta.

P. Perfecta o no, se le dieron bien los hombres.

R. La cuestión es más profunda. Tuviera las historias que tuviera, seguía acarreando el problema de no aceptarme.

P. Por cierto, ¿cómo casarse con un millonario?

R. ¿Por qué iba a decírselo? ¿Qué importancia tiene? Yo no me casé con Ted Turner porque fuera millonario.

P. Pues será genético. Porque ya su madre decidió casarse con uno, y lo hizo.

R. No me gustan los hombres ricos como tales. Me enamoré de Ted por su alma valiente.

P. Cuando supo que la engañaba, se lió a telefonazos con él. ¿Recomienda el teléfono como arma ofensivo-defensiva?

R. Sí, por supuesto. Y luego se termina el proceso echándole una botella de agua fría por la cabeza. Es una pena no haber podido rodar una escena así.

P. ¿Se ha sentido utilizada por los hombres?

R. Sí.

P. ¿Qué es más difícil: ser progre en Estados Unidos o aguantar a tres maridos?

R. Lo más difícil para mí es lo que conseguí con Ted Turner: tener una intimidad verdadera. Antes podía ser una roja furiosa de cara al público, pero en casa me costaba abrirme.

P. ¿Le dio por el aerobic a raíz de su bulimia?

R. Había dejado de ser bulímica. Necesitaba el dinero para las actividades políticas que realizaba con Tom Hayden [su segundo marido].

P. Con el cine se forró. Pero cuando se le apareció la Virgen fue con sus vídeos de aerobic.

R. Según entraba el dinero, salía hacia la organización política que tenía con Tom.

P. ¿Qué papel tiene el bisturí en su estado de conservación?

R. Mínimo. No es cero, pero es mínimo. No quiero ser como todas las operadas, que tienen labios de pato.

P. Pero se cuida: no cena, duerme...

R. Necesito dormir nueve horas. Hace dos años que no bebo, y lo único que he perdido es el baile. Soy demasiado blanca y demasiado calvinista para bailar sin beber.

P. Cuando vino a inaugurar CNN+ volvió loco al hotel para buscarle su zumo favorito. ¿Caprichos de estrellona?

R. Soy todo lo contrario: una persona muy sencilla y muy normal.

P. ¿Qué es lo peor que le ha pasado en la vida?

R. Los problemas de la relación con mi madre.

P. ¿Bush es un arma de destrucción masiva?

R. Yo no usaría esas palabras. Pero estoy muy preocupada con la situación en mi país.

P. Se siente aún guerrera.

R. Sííí. Considero que aún tengo dentro una pequeña Barbarella. Lucho contra la violencia sobre las mujeres y ayudo a las jóvenes del mundo entero a encontrar su poder y su voz.

P. ¿Espera un cuarto marido?

R. Nooo [ríe]. Pero sí espero enamorarme otra vez, porque sólo entonces podré saber si he cambiado lo que creo que he cambiado. Y eso viviendo con un perro no lo voy a descubrir.

Jane Fonda, con <i>Tulia,</i> su inseparable perra de siete meses, en Madrid.
Jane Fonda, con Tulia, su inseparable perra de siete meses, en Madrid.GORKA LEJARCEGI

PERFIL

Con 68 años y tres hijos, este icono de la izquierda, feminista y mito sexual, camina con un fino bastón por su operación de cadera, y se encuentra, al fin, en paz consigo misma. Cuenta que, a menudo, en su cama "diminuta" duermen ella, sus dos nietos, la perra y el gato, y dice que su ex favorito es el magnate de la CNN Ted Turner.

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