Opie: formas de caminar
A Chocolataría, una antigua fábrica convertida en un nuevo espacio dedicado al arte, ha abierto sus puertas con la primera muestra individual en España del británico Julian Opie, un artista que desarrolla buena parte de su trabajo a través del ordenador. Sin embargo, esto no supone que renuncie a aplicar su mirada de pintor en piezas realizadas en soportes muy variados, con el estudio de la figura humana como eje central aunque no único. Los rasgos esquemáticos que forman los cuerpos y los rostros retratados por Opie suponen una nueva vía de racionalización de la figura humana, algo que han intentado los artistas a lo largo de los siglos.
Julian Opie reconoce que uno de los creadores que han influido en su carrera es Andy Warhol. Los retratos seriados de personas cercanas a Opie pueden tener algún elemento en común con las célebres series de Warhol. Sin embargo, el artista británico se interesa por cuestiones muy distintas como el movimiento y por eso muchas de sus obras están dedicadas a estudiar, desde distintas perspectivas, las formas de caminar de sus modelos. Esto puede apreciarse especialmente en los paneles LED. El artista se vale de los avances de la tecnología para ofrecernos un punto de vista innovador sobre una de las actividades más antiguas. El mensaje es que la forma de caminar es una característica que puede definir a alguien tanto como un rasgo de la cara.
JULIAN OPIE
'Walking Opie'
A Chocolataría
Orfas, 15. Santiago de Compostela
Hasta el 6 de noviembre
Los rostros dibujados por
Opie parecen anónimos a simple vista pero siempre se corresponden con personas a las que el artista conoce personalmente y pueden llegar a entenderse como arquetipos. El juego consiste en comunicarse con el público mediante símbolos que tienen apariencia humana y que además cuentan con una personalidad propia, pese a los rasgos esquemáticos con los que han sido realizados. El método de trabajo de Opie es el de partir de una imagen o serie fotográfica que es modificada a través del ordenador. En ocasiones sus cuadros están dotados de animación y el rostro retratado puede sonreírnos o parpadear.
La selección de obras que ahora se exponen nos muestra a un artista que ha bebido de las influencias del arte pop y ha sabido reinterpretarlo e incorporar nuevos elementos para construir un mundo propio. Sus piezas se inspiran claramente en el paisaje urbano de nuestros días y las figuras humanas que ahora vemos colgadas en la pared o ubicadas en un jardín parecen vivas y dispuestas en cualquier momento a salir andando del edificio. El lenguaje publicitario también está muy presente entre las influencias de Opie, que parece haber descubierto nuevos e intrigantes caminos para seguir explorando las eternas posibilidades y enfoques que presenta algo de apariencia tan simple como el cuerpo humano.
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