El tripartito acepta negociar enmiendas al Estatuto catalán

Los tres partidos que integran el Gobierno catalán aprobaron ayer en la Cámara autónoma una resolución que introduce flexibilidad y posibilidades de transacción durante la tramitación en las Cortes del proyecto de nuevo Estatuto. En el último día del debate de política general, los 74 diputados de la mayoría de izquierdas rechazaron una resolución de CiU que proponía defender "la integridad" del proyecto y "no presentar ningún tipo de enmienda". Los convergentes dieron por roto "el espíritu" que permitió aprobar el texto.

La resolución aprobada insta al Ejecutivo de Pasqual Maragall a impulsar "todas las vías de explicación, diálogo y búsqueda de acuerdo" con las demás fuerzas políticas. El texto aprobado no concreta el alcance de esta voluntad de acuerdo, pero el tripartito da una muestra de flexibilidad y cohesión tras la crisis generada por el intento de Maragall de reformar el pasado fin de semana su Gobierno sin el concurso de los partidos que lo apoyan.

Partit dels Socialistes (PSC), Esquerra Republicana (ERC) e Iniciativa per Catalunya (ICV-EUiA) unieron sus votos para rechazar ayer todas las propuestas de CiU, que considera que el presidente de la Generalitat no puede negociar el Estatuto porque está "acabado y desautorizado". Los nacionalistas acusaron a las fuerzas que sustentan al Gobierno catalán de imponer "el rodillo parlamentario" con el objetivo de "sobrevivir y tapar sus contradicciones".

La flexibilidad del tripartito para aceptar transaccionar el proyecto aligera la presión sobre los socialistas catalanes, que aspiran a buscar un acuerdo sobre el Estatuto con sus compañeros del PSOE como primer peldaño para un pacto más amplio. En esa línea conciliadora, el secretario general de Esquerra, Joan Puigcercós, aceptó el término "comunidad nacional" como uno de los posibles para definir a Cataluña.