CiU da por roto el "espíritu de unidad" que permitió aprobar el Estatuto y pide elecciones
Los nacionalistas acusan al tripartito de utilizar el rodillo parlamentario para sobrevivir
Tras verse derrotada en todas y cada una de las votaciones de sus propuestas de resolución, Convergència i Unió no dudó ayer en dar por "rota" la unidad de acción y el "espíritu del 30 de septiembre", fecha en que sus votos, sumados a los del tripartito, permitieron aprobar el Estatuto en el Parlamento catalán. Apenas tres semanas después, la federación nacionalista considera que el presidente Pasqual Maragall no puede negociar el nuevo Estatuto en las Cortes porque está "acabado y desautorizado". Por este motivo, el líder de CiU, Artur Mas, insistió en la necesidad de que sean convocadas elecciones.
Las votaciones de las propuestas de resolución que cerraron el debate de política general en el Parlamento de Cataluña no dejaron en una posición nada fácil a los nacionalistas de Artur Mas, que acusaron al tripartito de imponer el "rodillo parlamentario" para "sobrevivir" y tapar sus contradicciones internas. Ello impidió la aprobación de ninguna resolución conjunta del tripartito y CiU en defensa del Estatuto.
Las tres formaciones que apoyan al Gobierno de Pasqual Maragall presentaron y votaron conjuntamente hasta 120 resoluciones y no aceptaron ni una sola de las 18 que presentó CiU, entre ellas una que pedía a los grupos que votaron el Estatuto en Cataluña que no presentaran enmiendas al texto durante su tramitación en las Cortes. Para los nacionalistas de Artur Mas este hecho, además de "romper el espíritu de unidad" al abrir la puerta a la presentación de enmiendas al texto, es una nueva desautorización hacia Pasqual Maragall. Y es que el presidente de la Generalitat había afirmado en su intervención del pasado miércoles, que todas las formaciones se pondrían de acuerdo para votar determinadas resoluciones.
Para el portavoz de CiU, Felip Puig, esta "desautorización" del presidente de la Generalitat, sumada a la crisis abierta por la reestructuración frustrada del Gobierno de Maragall, ponen en entredicho cualquier capacidad negociadora del actual jefe del Ejecutivo en el momento "que más se le necesita". Por esta razón, los nacionalistas insistieron en la necesidad de disolver el Parlamento y anticipar las elecciones autonómicas, aunque con ello se retrase, al menos cuatro meses, el comienzo de las negociaciones estatutarias en las Cortes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.