El veterano Clarke, eliminado de la lucha por el liderazgo de los conservadores británicos
David Davis, David Cameron y Liam Fox competirán mañana en la segunda votación
El veterano Kenneth Clarke, uno de los más carismáticos políticos británicos, quedó ayer fuera de la carrera para liderar el Partido Conservador del Reino Unido. Clarke obtuvo sólo 38 de los 198 votos emitidos por los diputados conservadores en la primera criba, liderada por David Davis (62 votos), seguido de David Cameron (56) y Liam Fox (42).
Días atrás se retiró el quinto candidato, Malcolm Rifkind. Mañana, jueves, se realizará la segunda criba en el seno del grupo parlamentario conservador. Luego serán los militantes del partido quienes decidan cuál de los dos supervivientes será el nuevo líder.
La derrota de Kenneth Clarke, aunque aparta del liderazgo conservador al más centrista y popular de los candidatos y también al más temido por el Partido Laborista, no ha sido una sorpresa. La explosión de la candidatura del joven David Cameron, que encandiló el mes pasado a los delegados que asistían al congreso anual del Partido Conservador, ha ido decantando a favor de éste y en contra de Kenneth Clarke los apoyos de los diputados más renovadores. David Cameron demostró ayer su fuerza al cosechar 56 votos.
En la votación de mañana, Cameron contará con el apoyo de muchos de los seguidores de Clarke, lo que le asegura una de las dos plazas en la votación definitiva a cargo de la militancia conservadora. Su objetivo ahora es acabar la criba del grupo parlamentario como el más votado, lo que reforzaría sensiblemente sus posibilidades de ser refrendado por la base.
El resultado de ayer no sólo fue un bofetón para Kenneth Clarke, derrotado por tercera vez en su intento de liderar el partido. También David Davis, favorito indiscutible hasta su pobre intervención en el congreso tory, salió ayer malparado, a pesar de ser el ganador de la primera votación. Aunque tenía el apoyo público de 66 diputados, ayer únicamente obtuvo 62 votos, muy lejos de los 80 que le hubieran afirmado como favorito.
Ahora, David Davis parece incluso amenazado por el tercer candidato, Liam Fox. Ambos representan al tory de la derecha pura y dura y los dos son antieuropeos beligerantes. Lo que les diferencia es la edad. Y algunos parlamentarios que en condiciones normales se decidirían por apoyar a David Davis, podrían pensar en cambio ahora que la derrota de Kenneth Clarke y el auge de David Cameron es una señal de que es definitivamente la hora de la juventud y que el doctor Liam Fox, de 44 años, tendría más posibilidades que Davis, de 56 años, para derrotar a Cameron, de 39 años.
A favor de Fox juega su línea ascendente. Ha pasado de ser un candidato simbólico a convertirse en el tapado del ala derecha. Más dinámico que Davis, ha tenido el apoyo de los diputados más jóvenes. En contra de Davis juega su constante retroceso en la campaña. Arrancó como gran favorito con un agresivo discurso de mano dura y ahora sería líder si la sucesión se hubiera producido inmediatamente después de la derrota conservadora en las elecciones de mayo.
El primer paso de la campaña parad a Davis fue, precisamente, abrir lo que el líder saliente, Michael Howard, llamó "un periodo de reflexión sobre el futuro del partido". Cuatro meses de parálisis que permitieron cuajar la candidatura de Kenneth Clarke y a partir de ésta las de Liam Fox y David Cameron.
"Es un resultado decepcionante, pero creo que he hecho una positiva contribución al debate", destacó ayer mismo Kenneth Clarke en una breve comparecencia a las puertas del palacio de Westminster, sede del Parlamento británico. "Creo que esto lanza el mensaje de que quieren un líder joven, aunque no creo que mi edad fuera un problema", lamentó el candidato derrotado.
