La falsificación llega a 'Los Lunnis'

No sólo las grandes marcas y los últimos diseños son falsificados, también los productos de mercadotecnia cuentan con sus propias falsificaciones que llegan incluso al mundo de los más pequeños.

La policía nacional detuvo ayer en Elche y algunas poblaciones del Baix Vinalopó a 16 personas y se incautó de dos mil pares de zapatillas domésticas falsificadas de Los Lunnis, los conocidos personajes de trapo que hacen las delicias de los niños desde la televisión. Unas zapatillas falsas cuestan unos dos o tres euros, unas auténticas pueden valer en la tienda entre 12 y 18. La diferencia radica en la calidad, sobre todo. Mientras que las falsificadas llevan la imagen del personaje "pegado" en el empeine, las otras llevan el dibujo cosido y tanto la suela como el tejido es de mejor calidad. Entre los productos aprehendidos había también zapatillas con emblemas de equipos de fútbol como Real Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Betis, Atlético de Madrid y Athletic de Bilbao, entre otros.

Los detenidos son un ciudadano español de 47 años, propietario del almacén desde el que se distribuían las zapatillas, y los responsables de 15 comercios donde se vendían al público. La investigación policial comenzó el pasado mes de septiembre tras una denuncia presentada en la comisaría de Elche por el ente público RTVE, propietario de la marca registrada Los Lunnis, al haberse detectado la venta del calzado ahora intervenido. El propietario del almacén desde donde se distribuían a las tiendas las zapatillas ha sido acusado de un delito contra la propiedad industrial.

La denuncia de RTVE sobre la falsificación de sus productos no es un caso aislado, son numerosas las empresas que detectan a través de medios propios o de forma casual las imitaciones o falsificaciones y ponen ellos mismos la denuncia oportuna ofreciendo información a la policía sobre el lugar donde se está vendiendo. Un estudio del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, realizado en 2003, revela que en el 81% de los casos las falsificaciones son denunciadas por las empresas afectadas. El informe señala además que, independientemente de las consecuencias económicas que suponen estas ventas fraudulentas para las empresas propietarias de los diseños o las marcas, el principal daño que les reporta es en cuanto a imagen. La mala calidad del producto falso repercute en la empresa imitada, ya que además, muchos consumidores no saben que están comprando un producto falso.

Emilio Leal, director del departamento de mercadotecnia de Nórdikas S.L., una de las firmas de calzado doméstico punteras, explica que "más que en cuota de mercado, al fin y al cabo lo que nos perjudican las falsificaciones es en imagen". Nórdicas fabrica unas zapatillas de altísima calidad y basan su imagen en ella y en la comodidad y diseño. "Invertimos en la calidad de los componentes y sometemos nuestro calzado a unos controles que indudablemente el producto falso no tiene", asegura este ejecutivo, que explica además que a veces los precios de las imitaciones no son mucho más bajos que las zapatillas originales y el consumidor no sabe que está comprando un producto falsificado. "El daño lo hace igual, la zapatilla se rompe o el tejido pierde la textura y el color y el consumidor lo asocia a la marca falsificada", afirma Leal.

Hace unas semanas la policía detuvo a unos ciudadanos chinos que realizaban grabaciones audiovisuales de zapatos, y en julio pasado otra redada policial contra la falsificación de marcas se saldó con la detención de 14 personas durante una cadena de registros efectuados en almacenes y bazares ubicados en polígonos industriales de Elche y Crevillent.