Un tránsfuga de UV logra en un pleno acalorado la alcaldía de Llaurí

La alcaldesa de Llaurí, Ana González (PSPV), cedió ayer la vara de mando al ex concejal de UV Juan José Cucarella Huguet en un pleno muy accidentado, lleno de incidentes, al prosperar la moción de censura presentada por tres tránsfugas con la colaboración de los representantes del PP y del PSI-CV. Los cuatro componentes del gobierno local -3 del PSPV y uno del Bloc- votaron en contra.

Poco antes de empezar la sesión, el senador por el PP José María Chiquillo fue abucheado a su entrada al Ayuntamiento. Y durante los 75 minutos que duró el pleno, las interrupciones fueron una constante desde que la secretaria municipal procedió a la lectura de la moción de censura. Los gritos de "fuera, fuera", "manos arriba, esto es un atraco" y los abucheos se recrudecieron durante las intervenciones de Cucarella y de los firmantes de la censura. Sin embargo, las intervenciones de la alcaldesa socialista y del portavoz del PSPV fueron acogidas con aplausos y muestras de aprobación.

El dirigente del PSPV-PSOE Antoni Such, que siguió el pleno desde la primera fila, dijo que se trataba de "un acto de indecencia política" porque el PP no respeta el acuerdo contra el transfuguismo. En la misma fila la diputada autonómica Dolors Pérez señalaba que "los tránsfugas deberían estar separados de la vida institucional al menos tres legislaturas".

Una ligera llovizna no impidió que más de un centenar de vecinos se concentraran en los alrededores de la casa consistorial para esperar el resultado del debate. En su interior otros 150 vecinos, en su práctica totalidad partidarios de la alcaldesa, calentaban el ambiente. Efectivos de la Guardia Civil vigilaban discretamente sin que fuera requerida su intervención.

Mientras, los distintos portavoces se cruzaban todo tipo de acusaciones y contribuían a incrementar la tensión entre el público.

"Odio y rencor"

Cucarella abrió el fuego acusando de "prepotente y crispadora" a la alcaldesa y se quejaba de que la oposición ha sido injuriada e insultada durante su mandato.

González no se quedó atrás y profirió críticas y acusaciones particulares contra cada uno de los firmantes de la moción. "El señor Cucarella me roba hoy la alcaldía y está defraudando a sus electores", dijo, tras recordar que se hizo cargo de "un ayuntamiento arruinado". Finalizó su intervención retando a sus oponentes. "Me voy con la cara bien alta, en el 2007 veremos quién gana las elecciones", dijo entre el júbilo de sus partidarios.

El portavoz del PP, Bernardo Sanz, recibió un puñado de monedas mientras criticaba "las formas de la alcaldesa, que ha despreciado a la oposición".

Por su parte, el portavoz del Bloc, Juan Carlos Ribes, puso el dedo en la llaga al señalar que la moción no había hecho otra cosa que sembrar el "odio y el rencor entre los vecinos de Llaurí".