A la caza del demonio
Los religiosos se están poniendo al día en el asunto del exorcismo y esto me da miedo, porque esta paranoia se les puede ir de las manos y convertirla en una nueva cruzada contra todo aquello que no sea afín a sus dogmas, además de los daños psicológicos, físicos, emocionales y sociales que puedan causar a muchas personas que supuestamente estén poseídas por el "demonio".
No hay mayor demonio o infierno que el sufrimiento interior del ser humano por tanta ignorancia y confusión que se nos infunde desde que nacemos. No es suficiente la psicología, la religión, ni la política, ni la filosofía, ni la medicina, ni las buenas intenciones, para curar y prevenir muchos males. Hace falta detenernos y sentir o intuir algo de lo que nos olvidamos hace tanto tiempo como edad tengamos, que nos dé sensación de paz, alegría y claridad.
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