Gallardón propone una conferencia de alcaldes en Madrid para promover la "cohesión nacional"
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ofreció ayer la capital como escenario de una "gran conferencia" que reúna a los alcaldes de las 52 capitales de provincia -más los de Santiago y Mérida, capitales de comunidad autónoma- con un único orden del día: "Pronunciarnos en torno a la cohesión nacional y social que las corporaciones locales podemos y debemos promover en un momento como éste, de desafío a los principios constitucionales".
Ruiz-Gallardón inauguró el ciclo España y su futuro del club Siglo XXI con un discurso titulado Madrid, capital de España en el que elogió al líder del PP, Mariano Rajoy, a quien se ofreció para formar parte de su gobierno como ministro si éste llega al Palacio de la Moncloa. Ruiz-Gallardón contestó con un "rotundo sí" cuando fue preguntado sobre si le gustaría ser ministro de Rajoy.
El alcalde de Madrid criticó con dureza el "cambio de rumbo del PSOE". Señaló la "deslealtad" de "una parte de la izquierda" que ya no defiende "los valores y los acuerdos constitucionales", y agregó: "Hay otra parte de esa izquierda en la que sí se puede confiar -así quiero creerlo- y con la que debemos hablar, como hace Mariano Rajoy".
Ante un público militante que abarrotaba la sala y escoltado por los principales líderes del PP -el secretario general del partido, Ángel Acebes, a su derecha y Mariano Rajoy a su izquierda- el discurso sobre la capitalidad de Madrid y su empuje económico dejó pronto paso al debate sobre la reforma del Estatuto catalán. "La renovación del PSOE ha consistido en un olvido de la memoria de la transición", que ha desatado "un proceso de ruptura".
Laberinto de identidades
En ese contexto, según Ruiz-Gallardón, "Madrid proporciona una garantía de cohesión nacional", con una meta: "Ofrecer a los españoles un camino que les ayude a salir del laberinto de las identidades, los blindajes y los aislacionismos a los que algunos proyectos irreflexivos nos han conducido últimamente".Esa "conciencia sólida de la nación española", prosiguió, está hoy "ausente de una parte de nuestra izquierda", aquella que "diariamente habla de recuperar la memoria histórica y al mismo tiempo se salta una etapa tan determinante como la transición".
El alcalde secundó todas las tesis de su partido sobre la tramitación del proyecto de Estatuto de Cataluña -"una reforma constitucional encubierta"-, negó que la Constitución de 1978 dejara "flecos sin resolver" -"todo se previó, todo se discutió y, finalmente, todo se decidió"- y terminó haciendo un llamamiento a la "lealtad constitucional" de "un buen puñado de hombres de izquierda con memoria histórica".
Ruiz-Gallardón evitó enfrentarse con el Gobierno central del PSOE y no abundó en el supuesto abandono en el que, según la presidenta regional, Esperanza Aguirre, presente en la sala, tiene sumida a la región el presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
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