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Autopistas del mar para reducir el tráfico de camiones

La cumbre hispanofrancesa se cerró con la firma de tres protocolos. El primero prevé la creación de un hospital transfronterizo en Puigcerdà (Girona); el segundo es una declaración de intenciones para mejorar y acelerar las comunicaciones por carretera y ferrocarril entre los dos países, y el tercero propone fomentar las "autopistas del mar", como elemento para reducir la práctica saturación de carreteras y autopistas, cuyo tráfico crece a un ritmo del 10% anual, según afirmó el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.

Estas autopistas del mar se fomentarán tanto en el Mediterráneo como en el Cantábrico. En el Mediterráneo, los puertos de Barcelona y Tarragona trabajan conjuntamente desde hace tiempo para convertirse en la "puerta sur de Europa", en directa competencia con Marsella y Génova. Para ello confían en disponer de conexiones ferroviarias con ancho europeo, sin las cuales el asunto es más complejo. En el oeste, la zona que se quiere potenciar es la que va del Atlántico al mar del Norte, pasando por el canal de la Mancha.

Francia y España propondrán a la Comisión Europea que dote el proyecto con una partida que permita licitar los estudios correspondientes en 2006, de modo que las primeras líneas puedan estar operativas en 2007.

"Euskadi no lo asume"

El acuerdo sobre transporte contó con la oposición del lehendakari, Juan José Ibarretxe. Fue el único presidente autonómico asistente a la reunión que no estuvo presente en la comparecencia de Villepin y Zapatero. "Euskadi no suscribe el acuerdo sobre transporte entre los gobiernos español y francés", dijo. El motivo es que su propuesta de que figurase una alusión precisa y con fecha para el tramo de alta velocidad entre Vitoria e Irún quedó en nada. Apenas vista la redacción del acuerdo y tras saber que ya había sido cerrado y no cabían modificaciones, anunció que no lo pensaba firmar. De inmediato fue informado de que los acuerdos sólo los firman los ministros.

El presidente del Gobierno catalán, Pasqual Maragall, restó importancia a la actitud de Ibarretxe, aduciendo que lo importante es que Euskadi acuda a las comisiones de trabajo, y "eso lo va a hacer", dijo.

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El plan prevé que la línea de alta velocidad entre Madrid, Barcelona y la frontera francesa esté en funcionamiento en 2009, como ya estaba programado. También cita la conveniencia de que se convierta en alta velocidad el tramo entre Perpiñán y Montpellier, pero no pone fecha alguna al proyecto. Maragall, que reconoció esta imprecisión, aseguró que un ministro francés le había garantizado que ese tramo no será el único que quedará sin alta velocidad entre Sevilla y Estocolmo.

El convenio sanitario, finalmente, contempla la construcción de un hospital en Puigcerdà, a un kilómetro de la frontera, que dará servicio también a la población que vive en territorio francés.

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