El PSOE rechazará pedir informes sobre la constitucionalidad del texto

El PSOE rechazará hoy en la Mesa del Congreso la pretensión del PP de pedir tres informes, al Consejo de Estado, al Consejo General del Poder Judicial y al Tribunal de Cuentas, sobre la constitucionalidad del proyecto de Estatuto de Cataluña. El PSOE considera que esa petición busca frenar la tramitación del proyecto. José Blanco, su secretario de organización, lo calificó de "maniobra dilatoria" y "juego de distracción", e invitó al PP a acudir al Tribunal Constitucional. El PP irá al Constitucional y "agotará todos los recursos" para intentar demostrar que es "una reforma constitucional a espaldas de los ciudadanos".

Rajoy pide que alguna alta institución del Estado diga que sólo es una reforma estatutaria

La Mesa del Congreso estudiará hoy la admisión a trámite de la propuesta de reforma del Estatuto de Cataluña que el Parlamento autonómico remitió a las Cortes. El PP defenderá que el texto se califique como reforma constitucional y reclamará tres informes previos a altas instituciones del Estado que, según ese partido, ven mermadas sus competencias constitucionales con el proyecto catalán. El PP pretende que informen sobre la constitucionalidad del texto el Consejo de Estado, el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal de Cuentas. Esos informes, según los populares, pueden pedirse con la reclamación de urgencia, pero, según el PSOE, aceptar su solicitud trastocaría el calendario previsto y el pleno de admisión a trámite no podría celebrarse el próximo 2 de noviembre.

El PP mantiene, en cambio, que es más relevante garantizar la constitucionalidad del texto que la urgencia en su tramitación, sobre todo porque, en palabras de Ángel Acebes, "no hay nadie sensato ni objetivo que en estos momentos se atreva a decir que no sea una reforma constitucional en profundidad". Por eso, defendió que "los ciudadanos tienen derecho a decidir sobre el modelo de España en el que quieren vivir", lo que se lograría si el proyecto catalán fuera tramitado como una reforma de la Constitución.

El secretario de organización del PSOE, José Blanco, fue ayer tajante ante esta cuestión. Tras la reunión de la Comisión Permanente del PSOE, rechazó las pretensiones del PP alegando que "sólo busca enredar y retrasar la calificación del Estatuto" con "un juego de distracción" en la Mesa del Congreso. Blanco dijo que el PP "no sólo quiere dar un portazo en la tramitación, sino que, además, quiere prolongar el debate poniendo todo tipo de dificultades y trabas". "Si el PP entiende que el texto del Parlamento de Cataluña viola la Constitución, debe ser coherente y recurrir al Tribunal Constitucional".

Los populares aceptan esa invitación. Tras la reunión de la dirección del partido, Acebes subrayó que agotarán "todos los recursos", incluidas todas las peticiones ante el Constitucional, para intentar "que la reforma se tramite como lo que es, sin engaño a los ciudadanos". Esto significa que hoy solicitarán que la Mesa pida esos tres informes. Si, como ha anunciado el PSOE, esto no sale adelante, el PP presentará un recurso de amparo ante la propia Mesa. Ello implica que la Mesa, como órgano de gobierno del Congreso, tendrá que redactar una resolución explicando por qué rechaza la petición. Tal resolución será lo primero que el PP recurrirá ante el Constitucional. Ya lo hizo con el plan Ibarretxe, y no prosperó su reclamación.

Anoche, en una entrevista en el Canal 33 de Cataluña, Mariano Rajoy, líder del PP, solicitó que se permita pedir al menos uno de esos informes, a ver si hay alguna alta institución del Estado que diga que el proyecto afecta sólo al Estatuto y no cambia la Constitución. "Yo me conformaría con que existiese un informe de uno de esos organismos que dijera que se puede tramitar como una reforma del Estatuto, y estoy dispuesto a someterme a lo que digan", retó Rajoy al PSOE.

Pero el secretario de organización del PSOE opina que "el PP genera discordia, ruido y trata de evitar que en la sede de la soberanía nacional se pueda discutir el texto". Blanco añadió: "Nosotros no entraremos en el juego y la distracción del PP y apoyaremos el trámite". A su juicio, "Rajoy con una mano dice que España se rompe y con la otra trata de romper España dando portazos al Parlamento de Cataluña y alimentado la división entre los españoles y la confrontación entre los territorios", porque "Rajoy sigue al pie de la letra las indicaciones de su maestro, José María Aznar, instalado en el no".

Rajoy replicó por la noche que ni él ni su partido se oponen ni a las reformas de los Estatutos ni a debatir una reforma de la Constitución, pero que sí rechazan un proyecto "que enmascara" un cambio constitucional y en el modelo de Estado, que "es además muy intervencionista y creará un enorme divorcio con la sociedad catalana".

El líder del PP rechazó que Cataluña sea una nación: "Es una nacionalidad, no una región", afirmó. No es una nación, según él, porque "el término nación va unido al de soberanía", que corresponde en exclusiva al pueblo español.

Si, como es previsible, el PP fracasa en su pretensión de que el proyecto catalán se trate como una reforma constitucional, sus diputados presentarán posteriormente recurso de amparo ante el Alto Tribunal por la vulneración de sus derechos como representantes de la ciudadanía.