La cultura del cáñamo tiene su feria
Que la cultura del cáñamo continúa generando un importante movimiento popular es visible estos días en La Farga de L'Hospitalet (Barcelonès), donde centenares de personas se pasean por el salón Highlife Barcelona, la feria dedicada al cultivo de esta planta y a todos los productos derivados de ella y que estará abierta hasta hoy. Durante los dos días que lleva abierto, el salón ha vivido una intensa actividad presidida en todo momento por una aroma fácilmente perceptible para los asistentes.
Esperanza, una barcelonesa de 25 años, acudió el pasado viernes con dos amigos a La Farga de L'Hospitalet. "Hemos visto de todo: sistemas de iluminación, armarios de cultivo, utensilios para la plantación", explicaba. A su compañera Maribel, de 24 años, le llamaron la atención los vaporizadores, un instrumento que permite inhalar la sustancia sin necesidad de mezclarla con tabaco y que ayer tuvo un gran éxito: "Son eléctricos, vienen con luz e indican la temperatura exacta. Se puede fumar el producto en estado puro, eliminando las toxinas de la planta", explicó sorprendida. Del salón se marchó con uno en la bolsa.
Numerosas personas visitan La Farga de L'Hospitalet para ver los artículos y productos elaborados con esta planta
"Me gustan las plantas medicinales y me he enterado de que la pasiflora y la menta también se pueden fumar con el vaporizador", comentó Verònica, otra visitante de 25 años amante de la agricultura biológica. Toni, de 23 años, hace tres que cultiva marihuana en la terraza de su casa. En la feria ha aprendido que, a partir de ahora, en sus macetas debe "sobreponer capas de diferente tierra para que el agua drene correctamente y no crezcan los hongos".
Para obtener buenos resultados "todo se basa en invertir en tierra y buenas semillas", algo que no varía respecto a cualquier otra plantación.
Muchos expositores del salón dirigen sus productos a personas interesadas en todo tipo de cultivo y no sólo en el de la marihuana. "La industria del cáñamo ha servido para beneficiar al sector agrícola dedicado a las innovaciones tecnológicas que aumentan la productividad en un menor espacio", afirmó Marco Antonio Aso, responsable de un expositor de aparatos reflectores que multiplican la capacidad lumínica en superficies reducidas.
Un cultivo de interior bien equipado puede reducir de ocho a tres meses el tiempo de crecimiento de la planta. Marc, de la tienda Sativa, de Sitges, explicaba a unos clientes que hay varios tipos de semillas de cáñamo: la sativa tropical, que "con larga floración tiene efectos más eufóricos, y la índica, de menores dimensiones, que es más relajante. Mientras que a la primera se le da un uso lúdico, la segunda se utiliza para dolores, el glaucoma, el insomnio y la anorexia".
Los comercios no pueden facilitar la planta en ningún caso, lo que se convierte en un inconveniente para el cliente que la necesita de inmediato como tratamiento para paliar los efectos de la quimioterapia. "Nosotros sólo les podemos facilitar las herramientas para que la obtengan", subrayó el vendedor de Sativa.
El 80% de los clientes de esta tienda tienen edades comprendidas entre 24 y 38 años y practican un consumo responsable. Para asegurarse de ello en el salón, en la entrada de La Farga se encuentra un expositor de Energy Control, asociación que informa de los riesgos que comporta el consumo de drogas.
Además del cultivo, la feria reúne productos derivados del cáñamo, como ropa y cosméticos. La diseñadora holandesa Jindra Kreist ha preparado los desfiles que se han podido presenciar en el escenario principal. "El cáñamo es una fibra muy fuerte que se puede combinar muy bien con el algodón y la seda. Es muy cómodo y ligero de llevar", explicó. En el salón participan expositores de Suiza, Alemania, Holanda, República Checa, Canadá, Reino Unido, Francia, Italia, Israel e incluso India.
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