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El Obispado de Cádiz insta a manifestarse en las iglesias contra las muertes de inmigrantes

Ceballos pide una solución "justa y digna" para las personas que intentan llegar a España

El obispo de Cádiz y Ceuta, Antonio Ceballos Atienza, instó ayer a los fieles a manifestarse este fin de semana a las puertas de las iglesias, "en silencio y con oraciones", como repulsa comunitaria por la muerte de varios inmigrantes en su intento de asaltar las vallas fronterizas de Melilla o Ceuta o en una patera, como sucedió el pasado jueves en Almería. Asimismo, conminó a los párrocos de la Diócesis gaditana y ceutí a que, en la celebración de la Eucaristía, "se hagan oraciones por la solución justa y digna" para los inmigrantes subsaharianos que tratan de entrar en España por Marruecos.

El Obispado de Cádiz y Ceuta se ha caracterizado en los últimos años por dedicar una especial atención al drama de la inmigración clandestina y a la situación personal de ilegalidad que soportan miles de inmigrantes que llegan a las costas gaditanas. A través de la delegación diocesana de migraciones, que dirige el cura Gabriel Delgado, han auspiciado iniciativas para favorecer la calidad de vida de estas personas y han encabezado mensajes reivindicativos para defender los derechos de los inmigrantes.

El obispo gaditano ha pedido al Gobierno central, a Marruecos y a la Unión Europea que exijan el respeto de los derechos humanos de los inmigrantes que están siendo deportados a otros países.

Según Ceballos, las muertes le "obligan a no callar". "Debemos denunciar la forma con que se están dando soluciones a estas personas en las que se refleja el rostro de Jesucristo sufriendo tal ignominia y humillación (...) Todo hombre y mujer merecen que sean tratados, no como un animales, ni como máquinas, sino como personas", afirmó.

Regulación

El obispo cree necesario que los flujos migratorios "sean regulados" a través de canales y procedimientos legales "justos y solidarios", que permitan a los inmigrantes tener la posibilidad de integrase en la sociedad española. "La actual llegada incontrolada de inmigrantes es insostenible, dado que elimina las condiciones y las posibilidades de integración", afirma. A su juicio, la actual política migratoria española debe orientar su espíritu a tratar a los inmigrantes "como personas y no como cifras". "Se necesita una atención digna y justa a la persona: trabajo, vivienda, educación, cultura, salud, religiosidad, bienestar social, y esta realidad no siempre es fácil de cubrir y realizar", afirma Antonio Ceballos.

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El mensaje del obispo va dirigido también a los fieles. A éstos, les pide que "acepten" al inmigrante en su diversidad cultural y "a no ver en el inmigrante al otro, al extranjero, sino a una persona a la que hemos de acoger, asociar y hacerle sitio para construir juntos un futuro esperanzador". A juicio de Ceballos, en medio de "las dificultades, de las posibles incomprensiones o críticas", la comunidad eclesiástica "ha de perseverar sin cansarse en su acción pastoral y apostólica a favor de los inmigrantes". "El verdadero creyente tiene muy claro que la Iglesia existe para evangelizar y que el inmigrantes necesita a Dios (...) No hay que esperar que lo tengan todo resuelto para hablar de la fe".

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