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Medio Ambiente experimenta con nuevos arrecifes en una playa de Cádiz

La construcción pretende preservar la arena y facilitar el oleaje

El Ministerio de Medio Ambiente comienza hoy la construcción de un innovador arrecife submarino en la playa de Santa María del Mar, en la ciudad de Cádiz, que pretende evitar la pérdida de la franja arenosa de este fragmento costero, muy expuesto a los temporales de invierno, y mantener el fuerte oleaje que ha convertido esta zona en un enclave idóneo para centenares de practicantes del deporte del surf.

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Se trata de un experimento de conservación pionero en las costas españolas con el que Costas quiere estudiar si mediante un dique sumergido mediante la colocación de módulos de hormigón prefabricados puede preservarse el volumen de arena sin alterar las mareas y la secuencia de olas.

El inicio de los trabajos, que consistirá en la colocación de los primeros módulos de hormigón, comenzará a las 13 horas si las condiciones meteorológicas lo permiten. Los planes iniciales preveían el arranque de este trabajo ayer, pero los técnicos lo desaconsejaron ante la existencia en la zona de colocación del arrecife de una pequeña rompiente que produjo el viento de poniente que soplaba en Cádiz. Las previsiones contemplan que el poniente cambie a viento de levante, lo que eliminaría dicho oleaje y permitiría los trabajos, según informó ayer la subdelegación del Gobierno en Cádiz. Su titular Sebastián Saucedo y el jefe de la Demarcación de Costas de Andalucía-Atlántico, Gregorio Pérez Pina, coordinarán la colocación de los bloques si las condiciones del mar son las idóneas.

La playa de Santa María del Mar, de un kilómetro de longitud aproximadamente, está delimitada por dos espigones laterales que han resultado totalmente insuficientes para evitar la pérdida constante de arena durante los temporales del invierno y otoño. De hecho, esta franja litoral ha perdido casi la totalidad de los 50.000 metros cúbicos de arena que una gran draga, también de la empresa Necso-Entrecanales y Cubiertas, vertió el mes de agosto del año pasado para regenerar esta playa. El borde litoral que recuperó esta actuación ya ha desaparecido nuevamente.

La principal novedad de esta actuación, que cuenta con un presupuesto superior a los 300.000 euros, es que persigue combinar la preservación de la franja arenosa pero sin alterar el régimen constante de olas. Para ello, se sembrarán dos filas de unos módulos diseñados y patentados por la Universidad Politécnica de Valencia. Sendas hileras fondeadas a unos cien metros de distancia de la línea de playa crearán un arrecife submarino que busca evitar la regresión de la arena, sin detener la carrera del oleaje y las corrientes.

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