El Síndic de Greuges rechaza el endurecimiento de la Ley del Menor

El Síndic de Greuges, Bernardo del Rosal, expresó ayer su posición contraria al endurecimiento "represivo" de los niños delincuentes con la reciente modificación de la Ley del Menor y aventuró que "no va a resolver el problema". Para Del Rosal la falta de medios humanos fue la causa de la "deficiente" aplicación de la anterior ley. El Síndic criticó que varios casos "espantosos" hayan "condicionado" la actual política de menores.

"Estoy decepcionado porque la solución sea, de nuevo, un endurecimiento [de las penas]", dijo. El Síndic de Greuges resaltó que la Ley del Menor nació con la filosofía de la intervención educativa, fundamentada sobre el interés de los muchachos y su socialización, basada en muchos años de análisis y estudio. Sin embargo, prosiguió, desde 2000, "determinados y concretos casos que conmueven y espantan a todos han condicionado la política general de los menores".

Con motivo de una comparecencia pública para informar sobre las 20ª Jornadas de Coordinación de Defensores del Pueblo con el Defensor del Pueblo en España que se desarrollarán en Alicante del 17 al 19 de octubre, Del Rosal remarcó que la anterior Ley del Menor "no es mala" ni presenta "debilidades". Sin embargo, en su opinión, "los propios gestores públicos en lugar de gestionarla correctamente han tapado su mala gestión con este endurecimiento". El Síndic de Greuges manifestó su particular lectura de la nueva norma. "Se trata de un efecto simbólico para tratar de tranquilizar al público", pero "no va a solucionar el problema", apostilló.

Bernardo del Rosal responsabilizó a la Administración de no dotar de medios suficientes a las oficinas judiciales, esencialmente en la Fiscalía de Menores, para una aplicación óptima de la ley. Precisamente, cuestionado sobre la decisión de la Generalitat de privatizar los equipos técnicos de menores, en cuyos informes psicosociales se basan los fiscales de menores para dictar las medidas cautelares a los niños delincuentes, Del Rosal expresó su escepticismo sobre la privatización de los servicios sociales. Basó su argumento en que "la naturaleza del servicio que se tiene que prestar es muy difícil someterla a las reglas del mercado". No obstante, "si esta nueva fórmula de gestión va a ser capaz de dar agilidad a los informes de los servicios técnicos, pues no tengo nada que decir", apuntilló. El Síndic se apresuró a señalar las numerosas veces que se ha constatado como la privatización ha derivado en la dejación de funciones, como la inspección y el control, y recordó los recientes casos de maltratos en centros de enfermos mentales o ancianos.

Por su parte, las jornadas que reunirán a los defensores de las distintas comunidades autónomas analizarán como tema monográfico la creciente violencia juvenil y cuál es la respuesta de la Administración ante este fenómeno. Entre otros asuntos figuran el análisis de los contenidos nocivos para los jóvenes en Internet; las nuevas realidades tecnológicas y mediáticas; los nuevos retos para la salud de los jóvenes; violencia escolar y familiar; el sistema de protección de menores.