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Miraflores se queda sin agua por segunda vez en 10 días

Esther Sánchez

Los vecinos de Miraflores (5.200 habitantes) volvieron a padecer ayer un corte de agua. Es la segunda vez en 10 días que el pueblo amanece sin suministro.

En esta ocasión, el problema podría encontrarse en una fuga, ya que, según el Ayuntamiento, desde las once de la noche del lunes a las 7.30 de ayer se habían consumido 730.000 litros de agua. Es la misma cantidad que se gasta en una noche de un fin de semana, con el doble de población, y con todos los bares y restaurantes en funcionamiento. El suministro se restableció de forma paulatina a lo largo del día.

Técnicos del Canal de Isabel II y del Ayuntamiento buscaron durante todo el día la posible rotura en la red, sin que fuera posible encontrarla. "Podría tratarse de una fuga oculta", explican fuentes del Canal. El alcalde, Francisco José Esteban (PSOE), no se explica cómo puede haber gastado el pueblo tanta agua en un día laborable si no existe un escape en la red principal. "Se ha detectado una pequeña avería en una vivienda, pero nada importante", indicó el regidor.

Los residentes de Miraflores llevan sin agua apta para el consumo desde el 2 de octubre debido a la sequía. El nivel de la presa de la que se abastecen (con una capacidad de 700.000 metros cúbicos) bajó tanto que era imposible llenar los depósitos. El Canal transporta desde entonces agua en camiones cisterna a los cuatro depósitos del pueblo, y ha finalizado una tubería de unos seis kilómetros que va desde las obras del AVE, ubicadas en Soto del Real, hasta el depósito de la Lobera.

Cisternas de agua potable

El agua regresó a las viviendas pero es de tan mala calidad que no se puede utilizar ni para beber ni para cocinar. Por eso, el Canal ha situado una cisterna de agua potable en la plaza del Ayuntamiento todo el día, y otra en el aparcamiento de la plaza de Toros, ésta última disponible desde las nueve de la noche a las ocho de la mañana.

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El regidor explica que el pueblo pudo aguantar un consumo de 730.000 litros en la noche del fin de semana pasado debido a que se bombeó el poco agua que queda en la presa. "Pero el lunes decidimos quitar las bombas, porque ya teníamos agua procedente del embalse de Santillana en uno de los cuatro depósitos de los que bebe el pueblo", afirma.

En el Ayuntamiento pensaban que, sin la población que pasa el fin de semana en Miraflores, ya no haría falta ese refuerzo. "Además, así se evitaría consumir agua de la presa, que es la que se encuentra en mal estado. Era la forma de poder volver a suministrar agua potable a los vecinos", agregó el regidor.

La población de este municipio serrano, a 50 kilómetros de Madrid, sigue sin comprender cómo se ha llegado a esta situación. "Y las dos veces que nos ha ocurrido, sin avisar. No entiendo cómo un pueblo se puede quedar sin agua debido al nivel de la presa sin que nadie se dé cuenta", sostenía indignada una vecina.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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