El colectivo marroquí de Crevillent pide seguridad al Ayuntamiento
El alcalde culpa a los musulmanes de "aislarse" de los vecinos
Representantes de la asociación hispano-marroquí Dos Mares se reunieron ayer con la concejal de Bienestar Social de Crevillent, Juana Grau, para reclamar mayor seguridad. Mientras, la Universidad de Alicante denunció la ausencia en Crevillent de programas de reinserción para el colectivo árabe. El alcalde, César Augusto Asencio, del PP, culpó al imán de incitar a los musulmanes a "aislarse para no contaminarse".
Houcine Flifla, presidente de la asociación hispano-marroquí de Crevillent, se reunió ayer con la concejal Grau para reclamar al Ayuntamiento más medios policiales con los que atajar la creciente inseguridad en el municipio. Tras admitir que son ciudadanos magrebíes los autores de parte de los delitos, el presidente de este colectivo incidió en que son inmigrantes norteafricanos "que no residen en la localidad". Para Flifla, es "conveniente" el endurecimiento de las medidas judiciales para acabar "con esta gentuza". Por ello, el portavoz del colectivo marroquí trasladó al edil la urgencia de expulsar a los inmigrantes irregulares y a aquellos que infrinjan la ley. "Si ponen más seguridad se acabará con este marrón que tenemos", expuso Houcine Flifla.
Por su parte, el director del Seminario Permanente de la Inmigración de la Universidad de Alicante, el sociólogo Carlos Gómez Gil, denunció la ausencia total de programas para la integración social del colectivo musulmán. A su juicio, la población musulmana está en una situación de "marginación y de exclusión", circunstancia que "no favorece la tolerancia y la convivencia" con la población autóctona. Y continuó: "Crevillent es el ejemplo de lo que no debe hacerse en política de inmigración". Gómez recalcó que la presencia de inmigrantes en este municipio está motivada por la necesidad de mano de obra, esencialmente en el campo. "Cuando en este contexto se produce delincuencia favorece los procesos de criminalización de los extranjeros", sentenció.
El alcalde, César Augusto Asencio, del PP, negó tajantemente la acusación del experto al asegurar que el Ayuntamiento diseñó un consejo de integración social. El primer edil alegó que este órgano se constituyó inicialmente con una convocatoria mensual. Sin embargo, según él, el escaso interés de los inmigrantes a tenor de la baja participación, ha llevado a que se convoque anualmente. "No es cierto que no tengamos programas de integración. Lo que se intenta ahora es derivar la responsabilidad al ámbito local", alegó.
Entre las medidas de integración puestas en marcha por el Ayuntamiento, Asencio resaltó la elaboración de programas para ayudar a niños inmigrantes en el colegio. Frente a estas iniciativas, el alcalde contrapuso la actitud de la comunidad marroquí con la suramericana instalada en el municipio. "Con ésta [la suramericana] nunca ha habido problemas de integración", declaró. En este sentido, el alcalde acusó al imán de la mezquita de incitar a la comunidad marroquí a "no reinsertarse para evitar contaminarse".
No obstante, para César Augusto Asencio el objetivo prioritario es la delincuencia, en tanto que, a su entender, los problemas de convivencia "no se resuelven ni en un día, ni una semana ni en un año".
Protesta con doble cara
El colectivo de comerciantes marroquíes, que regentan medio centenar de negocios en Crevillent, se reúne hoy para decidir si el sábado convocan una manifestación. La protesta tendría una doble vertiente: por un lado, apoyar a los vecinos que el domingo se movilizaron de manera espontánea para exigir mayor seguridad, y, por otro, denunciar la "alta" criminalidad en el municipio.
Los inmigrantes magrebíes alegan que ellos también son víctimas de la delincuencia y, por lo tanto, al igual que la población autóctona están "interesados" en atajar las actividades delictivas. "Los marroquíes estamos hartos de esta gente. Nos perjudican a todos", apuntó Houcine Flifla, de la asociación Dos Mares.
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