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Reportaje:FÚTBOL | Fase de clasificación para el Mundial de 2006

La sonrisa de Messi y el llanto de Eto'o

El argentino triunfa con su selección y el camerunés, consolado por Laporta, llora por la eliminación de la suya

En el campo de la Masía, donde el primer equipo del Barcelona se entrena a diario, hace ya una semana que a las órdenes de Frank Rijkaard apenas trabajan siete jugadores. Terminado el partido contra el Zaragoza, casi toda la plantilla se fue de viaje para incorporarse a sus respectivas selecciones. Buscaban pasaporte para el Mundial de Alemania, el reencuentro con el afecto de viejos amigos, y al tiempo, aire fresco que respirar lejos de un vestuario deprimido.

En la diáspora, las cosas no han ido a mejor y Rijkaard aguarda en Barcelona con la botella de árnica lista para curar heridas. "Quien lo necesite, si es que lo necesitan, me encontrará", reconoció ayer el técnico holandés, consciente de que más de uno regeresará zurrado. Eto'o, Deco y Ronaldinho, los que marcan la diferencia, no pasan por su mejor momento. Sabe, por contra, que otro de sus jugadores no necesitará de mimo alguno, porque cuando piensa en Lionel Messi le ve subido a su particular nube que le aleja de la melancolía que afectan a los demás cracks del equipo.

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En el juvenil hispano-argentino se adivina la principal razón que encuentra el barcelonismo para mirar al futuro con alegría, la que transmite su juego, ya sea en en el Barça o debutando como titular con Argentina en Buenos Aires, frente a Perú, la madrugada del pasado domingo. La armó Messi otra vez y ganó Argentina gracias a dos acciones con su sello que decidieron el encuentro.

"Se ha iniciado la era Messi", aseguraba en su edición de ayer Clarín. "Se ha ganado un sobresaliente", decía Peckerman, el seleccionador, tras su actuación en el Monumental, del que salió ovacionado por los seguidores que llenaban el estadio. Señalado como legítimo heredero de Maradona, incluso por el propio Diego, Messi se limitó a reconocer su felicidad tras el partido, protegido por diez escoltas privados del acoso de los hinchas y de las ganas de los medios de comunicación locales por escuchar su valoraloración.

Eto'o tambien se fue escoltado por policías, pero en su caso por razones muy diferentes. Fue el sábado y en Yaundé, en Camerún. A él y a sus compañeros de selección la policía les sacó en furgones tras el empate ante Egipto. Falló Womé un penalti en el minuto 94 y se esfumó el Mundial. Eto'o no pudo pegar ojo porque fue él quien cedió la responsabilidad a su compañero. "¿Por qué no tiré yo el penalti? Lo iba a lanzar, pero vino Womé y me dijo que tenía mucha confianza en meterlo".

Preocupado por su estado, Joan Laporta, el presidente azulgrana, le llamó en persona el domingo, día que Eto'o pasó junto a su familia, asimilando la decepción que supone para él no estar en Alemania. Enganchado al gol, pues suma seis en seis jornadas de Liga, Eto'o era el único jugador del Barça que parecía haber iniciado el campeonato en plenitud de facultades. "Hablaré con él cuando llegue pero, conociéndole, lo superará", dijo ayer Rijkaard.

De vuelta a Barcelona, Eto'o anunció ayer que ya ha pasado página: "Fue un golpe duro, pero la vida sigue, hermano. Ya sólo pienso en A Coruña [donde el Barça juega el sábado ante el Depor]", confesó. Ayer también habló Deco, a los micrófonos de Ràdio Barcelona. El portugués, señalado por Johan Cruyff como principal culpable de que el equipo haya perdido la tensión que le hizo intratable el pasado año, dijo la pasada semana que estaba más cómodo en su selección que en el Barça. "Hice una comparación entre un equipo que se ha clasificado para el Mundial y otro donde las cosas, o los resultados, no van tan bien", matizó el centrocampista, que se justificó: "En un club tan grande como el Barça, cuando los resultados son malos es normal que el ambiente no sea el mejor. Pero volveremos a ganar y a tener buen ambiente". Deco se ha sentido dolido al consiedrarse señalado como culpable de los males del juego azulgrana: "Un jugador nunca es dueño del éxito, pero tampoco del fracaso", dijo ayer recordando que si está en el Barça tras rechazar ofertas es, simplemente, porque se siente "muy feliz, aunque ahora las cosas no vayan como a todos nos gustaría".

Eto'o, en un partido con Camerún, y Messi, el domingo por la noche con Argentina.
Eto'o, en un partido con Camerún, y Messi, el domingo por la noche con Argentina.

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