¡Salud, proletarios!

Se trata de una exposición saludable, de un viaje al pasado a través de mensajes publicitarios que pretendían inculcar en la población, analfabeta en su mayoría, la necesidad de adquirir hábitos sanos. Si seguís estos consejos llegaréis sanos a viejos o Estas normas has de seguir si sano quieres vivir son, tan sólo, algunos de los mensajes que ilustraban a principios de siglo unos curiosos carteles de prevención de accidentes que configuran la exposición Accidentes y prevención. Carteles españoles del siglo XX, que se podrá visitar en la Sede de la Universidad de Alicante hasta el 30 de octubre, y que cuenta con el patrocinio de Fraternidad Muprespa.

La muestra, compuesta por noventa carteles de la colección privada de Carlos Velasco, profesor de Política Económica de la UNED, es un ameno recorrido por la evolución de la prevención laboral en el último siglo. Durante 12 años Velasco recopiló estos documentos hasta componer esta colección que comenzó en 1992 con su primer cartel, una chapa del insecticida Orión que compró por 500 pesetas. Ahora, sus fondos superan los 3.000 y ha sido capaz de ordenarlos por temas.

La exposición de Alicante muestra sólo una selección de carteles sobre accidentes y riesgos laborales que en su mayoría son verdaderas obras de arte realizadas por prestigiosos ilustradores como Casas, Poly, Gual, Puja, Labarta, Morán y Campos, unos artistas que supieron plasmar con sus diseños la fragilidad humana, la enfermedad, la desgracia y las terribles consecuencias de los accidentes. La exposición se divide en seis bloques temáticos. El primero de ellos realiza una aproximación estética a los accidentes y siniestros laborales con el objetivo de concienciar al visitante. Son imágenes de madres junto a sus desvalidos hijos, carteles sobre higiene mental, cruzadas contra las enfermedades venéreas o estadísticas de accidentes. Continúa la visita con carteles de casas de seguros o de prevención que hablan de sus múltiples prestaciones (robo, enfermedad, transporte, incendio, vida...). No hay que olvidar que hasta los años cuarenta no existían medios de difusión de masas y la mayoría de la población era analfabeta, por eso la mejor manera que las empresas tenían para comunicarse era con estos llamativos carteles que rezaban Evite su ruina asegurando sus cosechas.

El siguiente bloque temático se centra en los Montepíos laborales durante el franquismo y reúne carteles de los años cuarenta en los que el Servicio de Mutualidades y Montepíos Laborales ilustraba ideas centrales del régimen: hogar, familia, orgullo racial, lectura, sindicalismo vertical... Así se puede leer mensajes como El brazo del trabajador es tanto como la espada del capitán para la grandeza de un pueblo o Compra con tu tesoro el orgullo de dar a España un proletariado digno.

La visita continúa con carteles referidos a la integridad física del trabajador, otro apartado se centra en el surgimiento de una conciencia social, que surgió en los años sesenta, que ya divulga y educa en la prevención de enfermedades y accidentes. Son carteles del Instituto Nacional de Medicina y Seguridad en el Trabajo, con dibujos cercanos al cómic y pareados fáciles de recordar: No fumes junto al pajar, o El sol que de vida es fuente puede serlo de accidente. El último apartado repasa el icono clásico de peligro con carteles de chapa en relieve que reproducen la calavera con las dos tibias cruzadas. Es a través de un color, un gesto o la redacción del texto como los diseñadores intentaron transmitir en su momento la sensación de peligro. La exposición supone un testimonio visual de la evolución de la prevención de los riesgos laborales y un recorrido visual mediante carteles de interés artístico, histórico, cultural y social.