Como una mancha de aceite

Borges es una de las primeras empresas agroalimentarias, con una facturación de 540 millones de euros. El grupo catalán es, además, pionero en la política de internacionalización: sus productos están en más de un centenar de países y tiene instalaciones propias en una decena. Más del 65% de sus ventas procede del exterior. Oriente Próximo es su última apuesta mediante la construcción de una planta de aceite en Jordania.

"Nuestro objetivo en cada uno de los sectores donde operamos", señala José Pont, uno de los propietarios de la empresa familiar, "es construir una red global en todo el mundo que abarque desde la producción, la transformación y el envasado, a la comercialización para operar en cada momento de acuerdo con lo que más interese a la empresa".

En 2004, las ventas del grupo en el exterior se elevaron a 380 millones de euros, de los que 228 correspondieron al aceite y 152 a los frutos secos

"Vendemos productos en todo el mundo", señala, " y debemos competir en ese marco. Por ello debemos aprovisionarnos donde más interese en cada momento".

Borges se ha transformado en los últimos años en un gran grupo agroalimentario basado en tres pilares: innovación, diversificación e internacionalización.

Ha sido pionero en la introducción en España de una serie de productos para consumo, como ciruelas, nueces o pasas de California. Y en snacks ha puesto en el mercado productos para microondas con una permanente búsqueda de formatos y presentaciones.

Mezcla de oliva y girasol

En esta línea de buscar salidas a los productos tradicionales, Borges fue también pionero en la elaboración de aceites de oliva aromáticos, ofensiva que se ha seguido en los últimos meses con la fabricación de un aceite de oliva mezclado con girasol de acuerdo con la normativa comunitaria.

La comercialización del nuevo producto a un precio intermedio entre el aceite de oliva y el de girasol, sin embargo, ha sido inicialmente prohibida por las autoridades competentes catalanas. Sin embargo, para Borges, es una batalla perdida en el marco de una guerra que en un plazo más o menos va a ganar. Comercializa ya esa mezcla en todo el mundo y asegura que no le perjudica a sus ventas de aceite de oliva virgen.

La internacionalización es otro pilar fundamental en su estrategia de crecimiento, tanto por el volumen de ventas como por su implantación en el mundo. Sobre su facturación total de 540 millones de euros, 247 millones corresponden a la división de aceites y 236 a la de frutos secos. Las ventas en el exterior se elevaron en el último año a 380 millones (228 en aceites y 152 en los frutos secos).

Estas cifras se deben, en parte, a la actividad exportadora. Pero cada día tienen un mayor peso las ventas de sus filiales en el exterior.

En esta estrategia destaca la presencia del grupo en California, con superficies de cultivo y plantas de producción propias. Para su comercialización con diferentes marcas mantiene una política de envasado a maquila en Italia. Se halla igualmente presente con empresas propias o participadas en Chile, Túnez, Marruecos y Jordania, donde tiene en marcha una inversión de tres millones de euros en una nueva envasadora.

En girasol, el grupo dispone de una empresa en Rusia para el aprovisionamiento de pipas, con compras de unas 150.000 toneladas, así como de frutos secos.