Adolf Beltran y Miquel Martínez obtienen los Premis Literaris de Gandia

Dos periodistas valencianos, Adolf Beltran (Valencia, 1958), subdelegado de la edición de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana, y el alicantino Miquel Martínez (Vila Joiosa, 1959), que ha desarrollado la mayoría de sus 22 años de profesión en Radio Nacional de España, obtuvieron ayer los prestigiosos premios literarios que con carácter anual concede el Ayuntamiento de Gandia con las obras Les llunes de Russafa y Ravals de l'alegria, respectivamente.

La novela Les llunes de Russafa, de Adolf Beltran, presentada con seudónimo, consiguió el apoyo unánime del jurado de la 27 edición del Premi Joanot Martorell de Narrativa, y los 20.000 euros con los que está dotado el galardón. Ravals de l'alegria, de Miquel Martínez, se hizo con la 43 edición del Ausiàs March de Poesía, premiado con 6.000 euros. Los galardones fueron entregados anoche en una cena literaria que congregó a numerosas personalidades de la cultura en los jardines de Fomento.

Adolf Beltran regresa con Les llunes de Russafa a la novela, un género que abordó por primera vez con la publicación de No digues adéu (1989). Desde entonces se había acercado más al campo de ensayo, con trabajos como Un país possible: Identitat valenciana i modernització (1989) y Els temps moderns: societat valenciana i cultura de masses al segle XX (2002); y a los libros de entrevistas, Vicent Ventura, converses amb un ciutadà (1993). Su nueva novela se estructura en cuatro partes, relacionadas con las cuatro fases de la luna, que actúa además de "observadora" de la historia, explica el autor. La trama se desarrolla en dos barrios reales, llamados del mismo nombre, Russafa, pero en dos ciudades distintas, Valencia y Bagdad, y se inicia en la primavera de 2003, el día después de la invasión de Irak. En Valencia, un inmigrante magrebí, en situación ilegal y precaria, se ve envuelto en un asunto policial. Junto a su historia aparecerán otros personajes secundarios como un senegalés, una pareja, una quiosquera y una viuda, cuyas vidas se verán entrelazadas. Paralelamente, en el barrio de Russafa de Bagdad, una chica de 18 años y su hermano de 10 viven las difíciles circunstancias tras la invasión americana. Dos historias que al final de la novela se verán relacionadas. "No hablo de personas importantes, sino de gente de la calle, con problemas que son de todos", explica Beltran. Para ello, se vale como escenario del "aroma del barrio de Russafa", de su mestizaje y multiculturalidad, pero huyendo del estilo descriptivo. "No es un libro de historia, sino el trasfondo de lo que le ocurre a la gente contemporánea", señala el autor, que se define como un escritor "antibarroco", con un estilo "corto y condensado, quizá por deformación profesional". Para el portavoz del jurado de Narrativa, el escritor Josep Piera, la obra de Beltran podría enlazar "con la narrativa negra americana y el modelo Ferran Torrent", pero "con la atención dramática del momento actual".

La otra obra ganadora fue Ravals de l'alegria, de Miquel Martínez. El periodista alicantino ha abordado en su trayectoria literaria los géneros de la poesía (Claus de retorn y Llibre de família, Premi Senyoriu d'Ausiàs March de Beniarjó 1996 y Premi de la Crítica dels Escriptors Valencians 1997); la novela, La lluna de Taa y Nòmina de dubtes (Premi Ulisses de Novel.la); y las traducciones. El escritor explica que con Ravals de l'alegria, ha tratado de capturar, "con dolorosa lucidez", su tránsito por "el amor, el desamor, la muerte, el miedo y la culpa". La poetisa Maria Josep Escrivà, miembro del jurado que asegura quedó "impresionada" con la obra, describió el poemario premiado como "un libro de ternura infinita, pero también de un dolor profundo". Martínez explicó que ha querido reflexionar en este libro sobre "las oportunidades perdidas". Y desde su condición de poeta, "en un mundo anestesiado, proclive a la ataraxia", "jugar el papel incómodo de hablar de los sentimientos y del malestar del alma". Las obras galardonadas, publicadas por Edicions 62, fueron presentadas ayer.