Remite la presencia del mosquito tigre en el Vallès Occidental

El mosquito tigre no transmite enfermedad alguna, pero su presencia ha molestado a un buen número de ciudadanos del Vallès Occidental (Sant Cugat del Vallès, Cerdanyola y Rubí). La presencia del insecto ha descendido tras el calor del verano. Pero ha dejado damnificados. Sólo en Sant Cugat, más de 500 personas pasaron por las farmacias pidiendo algún remedio para aligerar el picor y las inflamaciones.

Sus picaduras son mucho más molestas que las que causan los mosquitos autóctonos. Según el Ayuntamiento de Sant Cugat, la mayor incidencia se produjo a finales de agosto y durante todo el mes de septiembre, debido a las lluvias. Tan sólo cinco personas tuvieron que pasar por algún Centro de Atención Primaria (CAP). En Rubí, un centenar pasaron por el CAP Antón de Borja, mientras que el CAP Mutua visitó una veintena de víctimas de las picadas de este insecto de rayas blancas.

El teléfono del Ayuntamiento de Cerdanyola sacó humo: 187 personas llamaron alertando de que el mosquito tigre había llegado a sus portales. Fuentes municipales explicaron que algunos ciudadanos también llamaron para denunciar a vecinos que desoyeron los consejos, dejando agua en ceniceros, cubos y otros recipientes. En ese sentido, el consistorio de Sant Cugat ya anunció que para la próxima primavera publicará una ordenanza municipal que sancionará las conductas de los que favorezcan la proliferación del mosquito tigre.

Los tres ayuntamientos coinciden en que ha habido muchos más afectados por las picaduras que los 800 casos registrados. En la mayoría de los casos, la reacción es molesta pero no lo suficientemente grave como para ir al CAP o a la farmacia. Se da por seguro que que el Aedes albopictus seguirá propagándose.

Si en el verano del 2004 su presencia sólo se detectó en Sant Cugat y en Cerdanyola, este año se ha extendido a otros municipios, como Molins de Rei, Ripollet, Terrassa, Sant Quirze del Vallès, Barberà del Vallès y el noroeste de Barcelona. ¿Su hábitat ideal? Las urbanizaciones, debido a la abundancia de aguas estancadas en los jardines.