Una película para Ciudad Juárez
El rodaje de un filme sobre los asesinatos de mujeres enciende la polémica
Una periodista de Chicago llega a México junto a otro reportero de un diario rival para investigar los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez. Éste es el hilo conductor de la trama de Bordertown, la película que el director chicano Gregory Nava rueda estos días en la ciudad de Nogales (Sonora), junto a la frontera con Arizona. Los protagonistas son Jennifer López y Antonio Banderas, y el reparto incluye a Sonia Braga y Kate del Castillo. La presencia de la actriz y cantante de origen puertorriqueño ha levantado gran expectación en Nogales. Pocos son los que han podido verla de cerca, ya que se mueve rodeada de cuatro guardaespaldas. Su esposo, el actor y cantante Marc Anthony, supervisa los lugares de rodaje.
Los familiares de las víctimas desconfían de la película y critican que nadie del equipo les haya llamado
Una de las escenas se desarrolla en una de las zonas peligrosas de Nogales, donde abundan los tugurios y locales nocturnos. Entre extras caracterizadas de prostitutas y personal de la noche, Jennifer López -camisa azul y pantalón beis- se mueve ante la mirada atenta de numerosas agentes de la policía del Estado de Sonora.
La película ha estado rodeada de la polémica desde el principio. La idea inicial era rodar en Ciudad Juárez, la capital de Chihuahua donde más de 300 asesinatos de mujeres cometidos durante la última década siguen impunes, ante la frustración de los familiares y la crítica de Naciones Unidas. Muchas de las víctimas fueron violadas y mutiladas. Héctor Murguía, alcalde de esta ciudad de 1,3 millones de habitantes, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), advirtió de que bajo ningún concepto daría el permiso para el rodaje, porque, en su opinión, la película contribuiría a denigrar la maltrecha imagen de Ciudad Juárez. El ambiente de crispación desanimó a los productores, que finalmente eligieron Nogales, una ciudad fronteriza parecida al escenario real.
Los familiares de las víctimas desconfían de la película y reprochan que nadie del equipo les haya llamado. "Para las madres, lo ideal sería que antes de hacer un guión hablaran con ellas, para saber de primera mano lo que realmente ocurre en Ciudad Juárez", dice Marisela Ortiz, de 47 años, cofundadora de la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa.
Una de las actrices de la película, Teresa Ruiz, nacida en Ciudad Juárez, es el único puente entre el equipo de la película y los familiares de las víctimas. "La semana pasada me llamó para decirme que el fin de semana vendría alguien del grupo de producción para hablar con nosotras. Todavía estamos esperando", explica Marisela Ortiz. La preocupación es que la película no refleje la situación dramática que se vive en Ciudad Juárez. "Si quisieran mostrar lo que realmente ocurre habrían venido para hablar con nosotras".
Jennifer López ha reconocido que no ha hablado con las familias. "Es cierto", ha declarado, "pero qué importa si gracias a la película se contribuye a acabar con los homicidios". Ésta es la duda. ¿Hasta qué punto la publicidad que se ha dado a los crímenes ha servido para algo? Los más reticentes consideran que sólo se busca el beneficio, "porque los homicidios de Ciudad Juárez venden mucho".
"No estamos en contra de que esto se dé a conocer, hay gente que actúa de manera positiva", dice Marisela Ortiz, "pero hay telenovelas y programas de televisión que no nos han gustado nada. Este tema ha sido botín de mucha gente". La crítica se extiende a las autoridades, cuyo máximo objetivo es que no se hable de la violencia en Ciudad Juárez. Así ocurrió cuando el popular grupo de corridos Los Tigres del Norte escribió una canción sobre los asesinatos de mujeres. Fue prohibida en todo el Estado de Chihuahua.
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