El PNV se muestra dispuesto a "avalar" una fusión a dos entre la BBK y la Kutxa

El portavoz del PNV y presidente de su ejecutiva vizcaína, Iñigo Urkullu, aseguró ayer, un día después de que el PSE paralizase el proceso de fusión de las cajas vascas, abierto en julio, que su partido está dispuesto a "avalar" una integración a dos de la BBK y la Kutxa guipuzcoana si así lo decidieran los presidentes de ambas entidades. Desde las cajas se insiste en que esta fórmula no está planteada, aunque la negativa llega matizada por el hecho de que el PNV controla sus asambleas y ha nombrado a sus presidentes, Xabier de Irala (BBK) y Carlos Etxepare (Kutxa).

La posibilidad de una fusión a dos podría complicar el negocio de Caja Vital va acompañada de la ruptura del pacto de respeto entre territorios sellado en la Federación de Cajas Vasco Navarras. Caja Vital, la más pequeña de las tres entidades, vería reducido su mercado si las otras dos juntas deciden entrar en Álava.

Las tres entidades, que celebrarán el día 21 sus asambleas generales, están procesando aún el golpe del parón y, oficialmente, guardan silencio por el momento. Fuentes de las cajas mantienen que la apuesta es seguir trabajando y aprovechar todo lo que ya se ha avanzado en el proceso de integración. Esperan un cambio de clima político que permita una operación que defienden como esencialmente financiera. Sin embargo, el proceso de fusión a tres precisaría un nuevo giro de los socialistas o, lo que es más difícil, de los populares, radicalmente enfrentados a ella. Esa hipótesis no parece factible que se produzca hasta después de las próximas elecciones municipales y forales de 2007.

Urkullu insistió en una rueda de prensa en Bilbao en que el rechazo de PSE y PP a la fusión de las tres entidades supone "un desprecio a la profesionalidad" de los presidentes de las cajas, que habían impulsado el proceso de mutuo acuerdo. El portavoz del PNV censuró la postura del PSE y el PP, calificándola de "engaño a la sociedad vasca en general y a la alavesa en particular". Añadió que supone también un "insulto a la inteligencia de todos aquellos agentes sociales y económico-empresariales" que se han manifestado a favor de la òperación, en referencia a los comunicados de apoyo de las tres patronales territoriales (Cebek, Adegi y SEA) y de la autonómica, Confebask.

Urkullu no fue el único representante peneuvista que salió ayer en defensa de la fusión y para criticar a los no nacionalistas. El presidente de la ejecutiva alavesa, Iñaki Gerenabarrena, expresó su "indignación" ante las críticas realizadas contra su partido por politizar el proceso de fusión. Gerenabarrena acusó a PP y PSE de fortalecer su "pacto de hierro" y se preguntó "quién manda" en los socialistas. El propio líder del PNV, Josu Jon Imaz, reiteró en Herri Irratia los mismos argumentos y sostuvo que el proceso no se puede dejar "en la estacada".