La seguridad ciudadana enfrenta a populares y socialistas en Castellón
El enfrentamiento del PSPV y el PP de Castellón, que en los últimos días se había recrudecido entre los grupos de la Diputación, ha abierto una nueva vía. La seguridad ciudadana en los pueblos de interior y el supuesto uso político de los delitos han provocado otro cruce de recriminaciones protagonizadas, en esta ocasión, por alcaldes y concejales populares y el subdelegado del Gobierno en Castellón, Juan María Calles.
El origen fue una denuncia de la alcaldesa de Bejís, Herminia Palomar (PP), quien, a través de la Diputación de Castellón, hizo pública una "oleada de robos" con "nueve denuncias, una por robo de un vehículo, robo en dos viviendas habitadas y el resto de denuncias por robos en garajes y almacenes". Palomar exigió un aumento de efectivos a la Subdelegación del Gobierno. A la alcaldesa de Bejís siguió el alcalde de Toràs y el subdelegado respondió acusando al PP de "manipular a los alcaldes", a la vez que mantuvo que las denuncias respondían a "alguna consigna política". Además, señaló que la "oleada" se reducía a siete intentos de robo y el robo de un vehículo, con lo que calificó las quejas de "inseguridad política". Ayer, durante la celebración del Día de la Policía, señaló que el PP únicamente busca un "desgaste político" cuando "ha abandonado durante ocho años a los municipios de interior".
Las críticas llegaron tanto del PP como del concejal de Policía de Castellón, Carlos Tovar. La alcaldesa de Bejís sostuvo que "es muy fácil para quien vive en una ciudad grande y tiene un despacho oficial" pero "indignante" para los pueblos de interior. Para el máximo responsable de la policía local en la capital de La Plana, las palabras de Calles, son "una tomadura de pelo para todos los ciudadanos que han vivido algún episodio de inseguridad".
