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El Bellas Artes reúne nueve obras de Ortiz de Elgea donadas a lo largo de tres décadas

Ocho pinturas y una escultura repasan la trayectoria de paisajes y figuras del autor alavés

El Museo de Bellas Artes de Bilbao ha reunido en una misma sala nueve obras de Carmelo Ortiz de Elgea (Vitoria, 1944) que han sido donadas por el propio autor, excepto una que ofreció un particular, y que recorren su trayectoria artística durante 30 años. Los ocho cuadros, de gran tamaño, y una escultura se ubican en la segunda planta del museo, en la sala de Arte Contemporáneo y allí permanecerán hasta el próximo 8 de enero. Ortiz de Elgea, quien ayer presentó el conjunto, expresó su deseo de que la donación "no se detenga aquí" y se siga ampliando.

Seis de las obras expuestas en Bilbao, incluida la escultura, fueron donadas entre 2003 y 2005 por el propio artista y las otras dos lo fueron en 2000 en agradecimiento, según explicó Ortiz de Elgea, a la generosidad del museo bilbaíno con él. "Siempre ha seguido de cerca mi trayectoria, desde que en 1966, siendo yo todavía un chaval, el director de entonces adquirió la primera obra mía", dijo el artista. El pintor recordó las dos veces anteriores que el Bellas Artes ha albergado una exposición de su trabajo. "La primera fue en 1974, junto a las esculturas de Vicente Larrea, y la segunda, en 1984, con la retrospectiva Del paisaje al paisaje", comentó Ortiz de Elgea, quien apuntó que esta muestra viene a coincidir ahora con otra en la galería bilbaína Juan Manuel Lumbreras (Henao, 3), de su obra reciente.

El director del Bellas Artes, Javier Viar, indicó que el motivo de esta exposición es "seguir la secuencia de la relación entre la figura y el paisaje en Carmelo Ortiz de Elgea durante 30 años". Entre esos paisajes característicos "está presente la alegría de vivir" en el cuadro La danza (1970), por ejemplo, con otras piezas más "dramáticas y oscuras", de los años ochenta, como Contraluz y Otoño en el río (1983 y 1987, respectivamente), "hasta la recuperación de algo más amable, más fluyente", en la Momia del santo (1992).

Entre los ocho cuadros, Viar destacó uno vertical, "el primero de los Bilbaos". También se refirió especialmente a él su creador: "Es otro paisaje, el del desmantelamiento industrial de Vizcaya, que me ha llevado a pintar 18 o 20 cuadros de las catedrales industriales, casi ya en ruinas, fantasmales, pero con huellas de la importancia que han tenido".

Aunque vitoriano, Ortiz de Elgea resaltó su excelente relación con Bilbao, donde se siente excelentemente acogido. "He expuesto en muchas galerías de Bilbao y no sólo me han dicho 'qué bien pintas', sino que me han comprado, lo que es muy importante para poder seguir en la pintura. El 65 o 70% de las obras que he vendido están en Bilbao o en Vizcaya", comentó el artista, integrante del Grupo Orain 5+1 surgido en Álava a mediados de los años sesenta.

Visiblemente satisfecho de contemplar las nueve obras donadas juntas a modo de diálogo, Ortiz de Elgea señaló a "la naturaleza" como nexo de unión de los ocho grandes lienzos que cuelgan en el Bellas Artes, desde el primero, de 1967, Las tentaciones del paseante, al último, de 1997, La faluca. "Se repite en todos como tema central. La transformo, la repinto, pero siempre es la naturaleza. Incluso la figuración pertenece a la naturaleza, las figuras humanas son el zoo que la habitan", explicó.

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