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EL PROBLEMA DEL AGUA

Miraflores de la Sierra se queda sin agua por la sequía

Los vecinos llevan desde el domingo con restricciones por el bajo nivel de la presa

Esther Sánchez

La sequía ha aparecido con toda su crudeza en Miraflores de la Sierra, un pueblo de 5.200 habitantes situado a 50 kilómetros de Madrid. El domingo, el municipio se levantó sin agua, y ayer la mayor parte de los vecinos seguía sin suministro. La presa de la que se abastecen (con una capacidad de 700.000 metros cúbicos) está tan baja, que el nivel no es suficiente para que los depósitos de agua se llenen.

El Canal de Isabel II está tratando de completar el nivel de los depósitos con agua transportada en camiones cisterna. Además, se han instalado cuatro bombas para impulsar hacia los depósitos el agua que queda en el embalse.

"Esto es una vergüenza; el domingo por la mañana abrimos los grifos y no salía ni una gota. ¿Cómo no han previsto lo que iba a pasar?", comentaba ayer indignada una vecina mientras transportaba hacia su casa dos garrafas de agua que había conseguido en una cisterna instalada por el Canal de Isabel II en la plaza del pueblo. Miraflores de la Sierra se quedó sin agua a las 0.30 del domingo. En ese momento, los depósitos se vaciaron y el bajo nivel del embalse impidió que se volvieran a llenar. Miraflores carece de suministro de agua del Canal; se abastece desde una presa, construida en la parte alta del pueblo, de la que parten unos sumideros que llegan a cuatro depósitos. Desde ahí, el agua se distribuye por todo el pueblo. El consumo se dispara en los periodos vacacionales y los fines de semana, debido a que su población se multiplica por cuatro o cinco.

Dos bombas

La sequía ha provocado que el nivel del embalse se encuentre por debajo de las tuberías que parten del embalse, lo que impide que el agua fluya de forma natural hacia los depósitos. El alcalde explica que para intentar solucionar el problema, el Ayuntamiento instaló el domingo dos bombas con el fin de impulsar la poca agua que queda en la presa hacia las tuberías. Pero el sistema no funcionó.

Ayer, 10 camiones cisterna transportaban agua desde Colmenar Viejo y Manzanares el Real para completar los contenedores y reponer el suministro. Pero a las dos de la tarde de ayer, el depósito que más agua tenía marcaba 34 centímetros.

El Canal también ha instalado una cisterna en la plaza del pueblo para que los vecinos se abastezcan del agua que necesitan. Ayer, numerosos residentes se acercaban para recogerla en garrafas o botellas.

Por otra parte, este mismo organismo ha construido una tubería de seis kilómetros que empieza en las obras del AVE, en Soto del Real, y llega hasta uno de los depósitos del pueblo. La tubería estará concluida entre este viernes y el lunes próximo. "Es una solución a la situación de emergencia que estamos viviendo", explica un técnico del Ayuntamiento. "Ese depósito tendrá siempre agua y podremos llenar más fácilmente los restantes", afirma.

Sin embargo, la indignación entre los residentes en Miraflores era ayer palpable. Nadie se explicaba cómo se ha podido llegar a este punto. "No nos podemos lavar, ni bañar a los niños, ni limpiar la casa... Hay bares que han tenido que cerrar. ¿Por qué no han previsto lo que iba a suceder? ¿Era tan difícil?", se pregunta Maite Martín. Para otros vecinos, el problema crecerá con el tiempo, debido a que se está construyendo más de lo que las infraestructuras actuales pueden soportar.

Desde el Ayuntamiento explican que no han podido llevar a cabo restricciones de agua debido a que las tuberías son muy antiguas y el cambio de presión podría haber provocado roturas en la red.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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