Juicio por deslealtad contra el primer militar acusado de acoso laboral en el Ejército

El Tribunal Militar Central iniciará hoy un juicio por deslealtad contra el coronel de Infantería Luis Gómez Armero. El fiscal pide para él un año y medio de prisión por haber denunciado a un comandante a su cargo por abandono de destino, pese a conocer que éste estaba de baja justificada por enfermedad.

La acusación particular pide tres años y un mes de cárcel para el coronel. El juicio durará previsiblemente hasta el miércoles, tras haber sido aplazado desde la fecha inicialmente señalada, el pasado 12 de septiembre, por haberse estimado la recusación de varios miembros del tribunal.

El coronel Gómez Armero fue el primer militar acusado de mobbing o acoso laboral en el Ejército por el mismo comandante, pero aquella denuncia fue archivada.

En escrito elevado al Tribunal Militar Central, la fiscalía destaca que en julio de 2002 Gómez Armero, entonces jefe del Regimiento de Infantería Garellano número 45, de Mungia (Vizcaya), dio parte a los juzgados de la posible comisión de un delito de abandono de destino. Gómez Armero decía que el comandante había obtenido la baja médica, y que él había fijado su duración en un mes tras recibir informe de un médico especialista. El coronel añadía que el comandante, en contra de las normas, no había pedido la continuidad de la baja o el alta al finalizar ese periodo, razón por la que denunció los hechos ante el juzgado por si fuesen constitutivos de un delito de abandono de destino (deserción).

La Fiscalía subraya que, antes de dar su parte, el coronel sabía que el comandante tenía un padecimiento de naturaleza psíquica, que los informes médicos definían como depresión o trastorno psicopatológico y psicoemocional importante, y que era una enfermedad de "duración imprevisible". Por ello, el especialista que trató al oficial subrayó en junio de 2002 (un mes antes del parte del coronel) que debía permanecer en situación de baja laboral por tiempo indefinido y pasar revisiones periódicas en su consulta.

El escrito del fiscal destaca que "a pesar de conocer el contenido de tales dictámenes e informes médicos, el coronel Gómez Armero no los mencionó en los partes que dio, ni aludió, siquiera, a la naturaleza de la enfermedad, ni tampoco que el tiempo de su duración era imprevisible o indefinido", por lo que concluye que el coronel cometió un delito de deslealtad.

La denuncia del coronel contra el comandante por abandono de destino fue archivada, porque el segundo no se ausentó de la ciudad donde estaba autorizado a residir, y no estaba obligado a incorporarse al servicio dada su situación de baja.