Alud de peticiones para registrar 'bicis' en el consistorio de Barcelona

Las 300 personas que desde el miércoles hasta ayer registraron gratis sus bicicletas en el marco de la prueba piloto del Ayuntamiento de Barcelona pueden considerarse afortunadas. La respuesta de los ciclistas urbanos ha cuadruplicado las previsiones y más de un millar de personas se han quedado en puertas. Se ha tomado nota de sus datos con la promesa de que serán llamados para registrar sus bicis.

Ayer a las cuatro de la tarde, hora de apertura del registro, había más de 60 personas haciendo cola. Era la última de las cinco tardes que ha funcionado el registro.

Albert Viaplana y Lídia Peret llegaron antes de las cuatro y se quedaron sin turno. Los dos ciclistas están escarmentados con los robos y consideran que el registro es una buena forma de disuadir a posibles ladrones, primero, y de facilitar la recuperación, en última instancia. A Lídia Peret ya le han robado dos bicis. Una la encontró, pero ¿cómo demostraba su propiedad? Ante la imposibilidad de hacerlo de forma legal, acabó robando ella al ladrón, con el consentimiento de la Guardia Urbana. Con la bici registrada hubiera sido más fácil.

"La masiva afluencia de ciclistas constata que existe la necesidad", afirmaba ayer Manel Membrado, gerente de Emecom, empresa que ha desarrollado el marcaje de los vehículos. El sistema consiste en pegar a las bicis tres señales: una muy reducida que contiene el número de bastidor; un adhesivo más visible, como una pequeña matrícula, y una llamativa pegatina con función disuasoria en la que se lee: "Bici registrada. Ayuntamiento de Barcelona". Todos estos datos, sumados a una foto de la bicicleta, quedan almacenados en una tarjeta que recibe el propietario.