Un todoterreno con el confort de una berlina
El Clase M fue uno de los pioneros entre los todoterrenos de prestigio, la réplica moderna al legendario Range Rover, y descubrió un filón de ventas que después han aprovechado otras marcas, como BMW, Porsche, Volvo, VW y ahora Audi. Todos estos 4×4 se han diseñado pensando en el mercado norteamericano para potenciar las ventas de las marcas europeas allí, y ofrecen las comodidades de las berlinas más sofisticadas en una carrocería todoterreno de imagen elegante y poderosa.
El cóctel presenta algunas ventajas que están seduciendo a muchas familias con alto poder adquisitivo: amplía el espacio interior, permite conducir en una posición más alta que da seguridad, y gracias a la tracción 4×4 se adapta mejor a los estilos de vida activos para hacer excursiones en el campo, llevar material deportivo, asegurar la movilidad en estaciones de esquí... El resultado es un coche familiar muy versátil con más funciones que las berlinas, pero también con un comportamiento menos ágil y un consumo superior, dos carencias que intentan resolver los modelos que llegan ahora.
Más elegante y deportivo
El primer Clase M salió en 1997 y desde entonces se han vendido 620.000 unidades. La segunda generación ha crecido en tamaño y mide 4,78 metros de largo, 15 centímetros más, y es otros siete más ancho además de algo más bajo.
Las nuevas proporciones rebajan el centro de gravedad para mejorar la estabilidad en asfalto, pero sobre todo aportan una imagen más estilizada y fluida. El frontal, más afilado, integra con clase la parrilla de Mercedes. Las aletas resaltadas, combinadas con un parachoques muy estrecho y un protector carenado en la base, aportan un toque deportivo. Y el lateral mantiene el mismo estilo, con la cintura ascendente de las ventanillas, y un pilar trasero y un portón inclinados hacia delante.
A pesar de su tamaño, el Clase M no resulta pesado y refleja la imagen de Mercedes en un formato más dinámico y atlético. Además se ha mejorado mucho la aerodinámica -el CX pasa de 0,40 a 0,34- para reducir el consumo.
Amplitud interior
La línea todoterreno permite ofrecer un interior muy amplio que Mercedes ha vestido con materiales refinados similares a los de sus berlinas. Tiene unas plazas delanteras desahogadas con dos butacas altas muy cómodas, y atrás se ha aumentado tres centímetros la anchura y otros 3,5 el espacio para las rodillas para alojar a tres adultos sin problemas. El maletero es enorme y se completa con muchos huecos para objetos: bandejas grandes en las puertas, cofres entre los asientos delanteros, posavasos en todas las plazas...
Por lo demás, presenta un diseño interior sobrio, pero con materiales de calidad y buenos ajustes que crean un ambiente elegante y acogedor. Y aunque la insonorización deja pasar algún rumor aerodinámico, es silencioso y tiene unas suspensiones impecables que permiten viajar con el confort de una berlina de lujo.
Cuatro motores
El Clase M tiene cuatro versiones: 350 y 500 en gasolina (272 y 306 CV) y 280 y 320 CDi (190 y 224 CV) en diésel. Los precios son altos (desde 49.800 euros), pero incluyen un buen equipamiento: cambio secuencial 7G-Tronic (siete marchas) seis airbags, ABS, ESP, radio-CD, climatizador, asientos delanteros eléctricos y un sistema de tracción 4×
4 muy completo, aunque sin reductora de serie. En cambio, el sistema Pre-Safe, que tensa los cinturones, recoge los respaldos y cierra el techo solar al detectar riesgo de colisión, es opcional (472 euros).
Conclusión
El Clase M es el todoterreno de prestigio de Mercedes, un 4×4 de línea elegante, deportivo, con un interior muy amplio y unas suspensiones cómodas para viajar. Tiene unos motores turbodiésel a la última, se defiende bien en el campo e incluye un buen equipo de serie, sobre todo en seguridad. Y no es más caro que otros todoterrenos similares.
ESPACIO PARA TODO
El diseño interior del Clase M es sobrio y prescinde de adornos superfluos, pero transmite solidez, y tanto la calidad de los materiales como los ajustes crean el ambiente elegante y refinado que distingue a Mercedes. Destaca la posición de la palanca de cambios a la derecha del volante: es muy pequeña y sirve para seleccionar la marcha adelante, la marcha atrás y la posición de estacionamiento. Se completa con unos pulsadores situados detrás del volante que permiten subir de marcha o reducir con un toque, y libera espacio entre los asientos delanteros para varias repisas, posavasos y un buen apoyabrazos.
Las plazas traseras son muy amplias, tanto en anchura como en altura y espacio para las piernas, e incluyen un apoyabrazos con dos posavasos y bandejas para objetos. Los respaldos se pliegan por partes hacia delante para ampliar el maletero, que es también muy grande: 551 litros. Las banquetas posteriores se pueden sacar para dejar el piso plano y aumentar la capacidad de carga hasta 2.050 litros. En cambio, lleva una rueda de repuesto de emergencia inapropiada para la conducción 4×4.
En la zaga destaca el carenado oscuro que protege la zona inferior. Este detalle, combinado con un parachoques y un portón poco voluminosos, aligera la imagen.
IGUAL DE CARO QUE LOS DEMÁS
El Clase M 320 CDI tiene un precio casi idéntico a los BMW X5 y VW Touareg equivalentes. Cuesta 300 euros menos, pero aporta un cambio secuencial de siete marchas en vez de seis, y unos recursos en el campo muy superiores al primero. El Grand Cherokee 3.0 CRD es 4.000 euros más barato. Lleva el mismo motor del Mercedes con un cambio secuencial de cinco marchas y un interior menos refinado, pero viene con reductora electrónica, tapicería de cuero, asientos eléctricos con memoria..., opcionales en el Clase M.Otra alternativa es el Lexus 400h, con mecánica híbrida (gasolina y eléctrico). Cuesta 11.000 euros más, aunque acelera mejor e incluye todo de serie, hasta navegador y techo solar. También es más caro el Range Rover Sport 2.7 TDV6 S (53.500 euros), con reductora y suspensión neumática, pero ofrece prestaciones inferiores
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