El área verde se amplía a partir del lunes a las calles del Poble Sec, la Barceloneta y Marina
El 14 de octubre el sistema de control de tráfico entrará en vigor en Sants y Les Corts
El área verde de Barcelona crece. El pasado 2 de mayo, las calles del Eixample y Ciutat Vella se convirtieron en la zona de implantación de un sistema que ciudades como Madrid ya crearon hace años y que tiene como objetivo disuadir del uso del coche particular poniendo un alto precio al aparcamiento en la calle para quienes no son vecinos de la zona. La marea verde avanza imparable y, tras la experiencia positiva del Eixample, ahora les toca el turno al Poble Sec, la Barceloneta y Marina, donde a partir del próximo lunes ya no se podrá aparcar de forma gratuita.
Estas tres zonas, junto con el paseo de Circumval.lació, el que discurre por detrás del parque zoológico, constituyen la primera fase de las otras dos ampliaciones del área verde que se producirán entre finales de octubre y mediados de noviembre. El 24 de octubre entrará en vigor el área verde en los barrios de Sants y Les Corts, y el 14 de noviembre en los de Sarrià-Sant Gervasi, Gràcia, Horta y Sant Martí. Con ello se dará por finalizada la implantación del área verde en Barcelona, ya que este sistema disuasorio se aplica en zonas en las que se producen problemas de aparcamiento y uso masificado del vehículo propio en detrimento de los coches de los vecinos del barrio.
Así, los barrios excluidos de la normativa -Nou Barris, el más poblado de Barcelona, por ejemplo, y Sant Andreu en su totalidad- son los más extremos y los que no tienen problemas de atracción y concentración masiva de coches. Por tanto, estas zonas seguirán teniendo gratuito el aparcamiento de coches en la calle de forma indefinida.
Oposición vecinal
Así pues, a partir del lunes, a las 12.398 plazas de aparcamiento del conjunto del Eixample y Ciutat Vella habrá que sumar las 24.272 plazas de la nueva área verde que hasta mañana serán de aparcamiento libre.
Como ya ocurrió cuando el área verde se estrenó en el Eixample y Ciutat Vella el pasado mes de mayo, los vecinos de las zonas en las que el lunes entrará en vigor se oponen a la implantación del sistema y se muestran radicalmente contrarios a pagar un euro por semana (0,20 céntimos diarios de lunes a viernes) para aparcar en las calles de su propio barrio.
En la Barceloneta, el anuncio provocó semanas atrás una pequeña revolución y la asociación de vecinos llegó a plantearse "hacer un llamamiento a no pagar", explica su presidente, Manuel Moscat. "No queremos pagar otro impuesto", argumenta. De momento, añade, dejarán pasar los tres meses en los que el aparcamiento corre a cargo del Ayuntamiento, que envía a todos los residentes una tarjeta de prepago para afrontarlo. "Después ya veremos".
En el Poble Sec, una manifestación de oposición al área verde congregó el pasado jueves a un centenar de vecinos que a primera hora de la noche cortaron la avenida del Paral.lel en protesta por la entrada en vigor de la medida.
La implantación de la zona verde ha resultado controvertida en una ciudad como Barcelona, acostumbrada a pagar por aparcar en las calles del centro, las más comerciales, mediante el sistema de la zona azul, pero que veía con muy malos ojos tener que rascarse el bolsillo para poder aparcar en su barrio, delante de su casa.
Al principio, la oposición al área verde tomó formas radicales y manos anónimas boicotearon e inutilizaron numerosos parquímetros. Grupos de vecinos contrarios a la medida realizaron varias manifestaciones ruidosas para dar a conocer su oposición.
Con el tiempo, serenados los ánimos, la medida se ha mostrado benéfica para disciplinar el tráfico y ha contribuido a rebajarlo de forma notable, porque los precios -elevados para cumplir su función pedagógica- son definitivamente disuasorios para quienes no son vecinos de un área verde.La entrada en vigor del área verde de aparcamiento en Barcelona, que da prioridad a los vecinos, ha supuesto un descenso del número de vehículos aparcados en garajes, cuya ocupación ha caído de media el 30%, y en algunas zonas del Eixample hasta el 50%, según el Gremio de Garajes. La imagen de este barrio con decenas de plazas de aparcamiento vacías el pasado mes de mayo, cuando empezó a implantarse el área verde, ha prácticamente desaparecido cuatro meses después.
Esta evolución se explica, al menos en parte, por el descenso en la ocupación de los garajes. "La media del descenso es del 30%, pero en muchas zonas, las más residenciales y alejadas del centro, alcanza el 45% y hasta el 50%", afirmó ayer el presidente del Gremio de Garajes, Josep Maria Torres. Se trata, apuntó, de familias que tienen dos vehículos y han optado por sacar "el pequeño" a la calle ante la posibilidad de "aparcar bien y barato".
Sin efecto en el centro
El descenso de la ocupación de los garajes ha sido menor en el centro de la ciudad. Si no se ha notado tanto en zonas como el paseo de Gràcia, la plaza de Catalunya y la Rambla de Catalunya, argumenta Torres, es por la práctica inexistencia de plazas de área verde.
Los garajes tampoco han registrado un incremento en la contratación de plazas diurnas. "Es en el centro donde se concentran las oficinas y allí la gente que tiene plazas de día contaba con ellas antes de implantarse el área verde", dijo Torres.
El Gremio de Garajes no se atreve a vaticinar qué ocurrirá con su negocio ante la extensión del área verde a todos los barrios que quedan por debajo de la Ronda del Mig. "Ya veremos; lo que está claro es que las plazas de pago son una competencia para nosotros, no digo si leal o desleal, pero un nuevo operador es competencia directa", afirmó el presidente del gremio.
La ampliación del área verde supone también la activación de 1.500 parquímetros; además 55 vigilantes se sumarán a los 220 que ahora prestan este servicio.
Después del Poble Sec y la Barceloneta -en este barrio, como en Ciutat Vella, las plazas de área verde son exclusivas para vecinos-, el nuevo sistema se implantará el 24 de octubre en Sants y Les Corts, y el 14 de noviembre en Gràcia, parte del Guinardó y Camp de l'Arpa.
Para los residentes, la tarifa es la misma que en el resto de la ciudad: 0,20 euros diarios de lunes a viernes. El precio para los no residentes en las plazas mixtas es ligeramente inferior: en vez de los 2,75 euros del Eixample, en la segunda corona el coste es de 2,5 euros. No varía la imposibilidad de los no residentes de aparcar durante más de dos horas.
Los comerciantes del Eixample todavía no han recibido los talonarios que les permitirán aparcar en las plazas de residente por una tarifa intermedia entre el euro semanal de los vecinos -o 0,20 euros por día- y los 2,75 euros la hora que cuesta aparcar en las plazas en las que los vecinos residentes tienen prioridad.
Los talonarios son fruto de un acuerdo entre el Ayuntamiento y la Fundació Barcelona Comerç, cuyos asociados pusieron el grito en el cielo cuando las plazas dejaron de ser libres. Quienes sí están a punto de recibir las tarjetas personalizadas de descuento son los agentes comerciales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.