La Comisión Europea aboga por políticas comunes contra la inmigración ilegal
La Comisión Europea se manifestó ayer sorprendida por el "fenómeno nuevo" de cientos de inmigrantes irregulares tomando al asalto un punto de la frontera exterior de la Unión y reconoció que "no es un problema que se pueda resolver con una varita mágica: la solución a la inmigración ilegal pasa por una política a nivel europeo", según Françoise Le Bail, portavoz del presidente José Manuel Durão Barroso. Le Bail dijo comprender la necesidad de la movilización de soldados realizada por España, pero pidió que actúen con proporcionalidad y respeto a los derechos humanos.
Desde Rumania, donde se encontraba en visita oficial, Franco Frattini, vicepresidente y comisario de Justicia, Libertad y Seguridad, de quien depende la política de inmigración comunitaria, señaló en un comunicado que "esta tragedia demuestra la urgente necesidad de que haya una auténtica y efectiva gestión de las cuestiones migratorias".
Regularización
Ayer se planteó si la decisión española de antes del verano de legalizar a cientos de miles de inmigrantes, vista con recelo al norte de los Pirineos, podría haber tenido un efecto llamada sobre los subsaharianos, acuciados también por el próximo reforzamiento de la frontera con alambradas de seis metros de altura. "Nadie puede decirlo", respondió Le Bail, quien lamentó que no haya coordinación política sobre la regularización de emigrantes. "Los acontecimientos nos enseñan que limitaríamos la inmigración ilegal si hubiese un marco más claro para tratarla, si hubiese una cooperación reforzada con los países terceros y medidas para el desarrollo de esos países".
Fuentes de la Comisión conocedoras del fenómeno migratorio reconocieron hallarse "ante la primera experiencia de este tipo, porque estábamos centrados en los barcos: éste es un fenómeno nuevo".
La UE ha tratado de contener el problema migratorio financiando proyectos de control fronterizo, con resultados poco satisfactorios. Las fuentes no sabían si los 40 millones de euros firmados para ayudar a Marruecos a vigilar sus fronteras del sur habían sido desembolsados. La Agencia de Fronteras, que se abrió en mayo en Varsovia, no está aún en condiciones de trabajar y cuando lo haga ofrecerá expertos a los países necesitados de ayuda, previa solicitud de los afectados.
La presidencia británica de la UE tiene como uno de sus objetivos del semestre suscribir con Rabat un acuerdo, que lleva año y medio negociándose, de readmisión de inmigrantes irregulares llegados a Europa a través de Marruecos.
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