El juez verifica con los narcotraficantes la droga del alijo incautado en Alicante

El Juzgado de Instrucción número 2 de Alicante realizó ayer una verificación sobre el terreno de la droga incautada, el miércoles, en la Cala Cantalar, en el Cabo de las Huertas de Alicante, para corroborar que es hachís, como inicialmente se apuntó. La actuación judicial se inició a instancias de la Guardia Civil, que sospechó que entre la mercancía se hallaba cocaína. El color ennegrecido de algunos de los fardos motivó la confusión. Los agentes abrieron los fardos en presencia del juez y de los detenidos.

Los cinco implicados -tres españoles, un mexicano y un colombiano- en el desembarco del material estupefaciente la madrugada del miércoles en la Cala Cantalar del Cabo de las Huertas de Alicante están imputados de tráfico de hachís. Sin embargo, durante el desarrollo de la investigación, la policía científica sospechó de la presencia de cocaína entre los fardos incautados. El color ennegrecido de los paquetes motivó las sospechas.

Para evitar la nulidad de las actuaciones, la Guardia Civil reclamó la intervención judicial. Ayer, el Juzgado de Instrucción número 2 de Alicante se personó en las dependencias de la Comandancia, junto con los cinco detenidos implicados en el alijo, para verificar la mercancía. La inspección descartó la presencia de cocaína entre los fardos.

La verificación de la droga objeto del narcotráfico es esencial para el posterior proceso judicial. En el caso de existir cocaína entre la droga intervenida, las penas de cárcel de los involucrados se elevarían ostensiblemente. Paralelamente, el precio de la droga en el mercado negro se multiplica exponencialmente. Fuentes de la Guardia Civil explicaron que la confusión puede surgir en tanto que los narcotraficantes convierten la cocaína -polvo blanco-, en una pasta marrón cuando se transporta por mar. Con esta fórmula, los narcos garantizan que el material llegue en las mejores condiciones posibles a su destino, además de evitar pérdidas. No obstante, a pesar de su apariencia, su sabor y aroma difiere del que desprende el cannabis. Una vez transportada la cocaína, las redes transforman químicamente la pasta con técnicas muy rudimentarias hasta devolverle su aspecto normal y ya está preparada para su comercialización y consumo. Las últimas operaciones antidroga revelan una nueva modalidad de las redes del narcotráfico. Según los expertos, las organizaciones de cocaína, integradas preferentemente por suramericanos, y de hachís, por norteafricanos, comienzan a trabajar de manera conjunta para introducir el material por la costa.