_
_
_
_
_
OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

¿Dónde juegan los niños de Triana?

Es de todos conocido el esfuerzo que el ayuntamiento sevillano está realizando para acercarnos al parámetro europeo de metros de zona verde por habitante. Pero, sin embargo, hay un truco, y es que estos metros los están agolpando en el entorno periurbano. Es también cierto que el mobiliario con que se está dotando al escaso número de espacios de recreo con que cuenta la ciudad, es muy próximo al que podamos ver en otras latitudes. Pero hay otro truco, el vestuario de que se les dota es para niños de entre uno y seis años: toboganes, caballitos... Y yo me pregunto: ¿Dónde juegan los niños después de esas edades? ¿qué distancia se ha de recorrer desde las calles Trabajo o Pagés del Corro para que un niño de nueve, 10, 12 ó 13 años juegue al balón sin que moleste a los innumerables veladores de bar, o sin chocar con la diversa tipología de contenedores ubicados en la acera, o con los coches que aparcan en la misma con total impunidad, o las monolíticas estaciones de supercable, o... ¿tendría que coger el coche para llevarlo al Parque del Alamillo, porque la bicicleta la prohíben usar en el Parque de los Príncipes? ¿Tendría que recoger a sus amigos porque solos no pueden ir a esa edad? Y todo esto deprisa y corriendo porque, entre la ida y venida, cuándo hacen las tareas escolares? Quizá la culpa sea nuestra, de la población en general, debido a la escasa cultura asociacionista, porque si la tuviéramos podríamos exigir, por ejemplo, la apertura del parquecito privado de Sánchez Arjona, único parque existente en un kilómetro cuadrado, en el que antes se citaban los niños de la zona, pero que permanece cerrado desde hace cuatro años, eso sí, con unos magníficos garajes privados subterráneos y cuyas reparaciones, pagadas en gran parte por el Consistorio, motivaron el cierre. Sigan construyendo más parques periurbanos, donde los niños no juegan con sus vecinos y amigos sino que comen tortilla con sus padres. Sigan permitiendo esta especulación inmobiliaria donde por zona verde se entienden espacios cementados. Sólo un consejo, por la salud de sus hijos no se vengan a vivir a Triana, donde no quedan niños en las calles, están en los veladores con sus padres o jugando en casa al ordenador.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_