Dimite el director general de Aguas de Valencia al año de perder poder

Corriente de renovación en Aguas de Valencia. El Consejo de Administración de la firma hídrica aceptó ayer por la tarde la renuncia presentada por el director general, Alberto Alonso Poza, que ha esgrimido razones familiares y profesionales para explicar la decisión, informaron fuentes de la empresa. Alonso asumió hace tres años la dirección general de Aguas de Valencia en un momento turbulento tras el despido de Aurelio Hernández. A finales de julio del año pasado, sin embargo, el Consejo de Administración de Aguas de Valencia aprobó, con el voto en contra de Lubasa y la abstención de Boluda Shipping, el nombramiento y otorgamiento de facultades ejecutivas (y de áreas de competencia) a dos vicepresidentes, José Manuel Calderero y Eugenio Calabuig. Fue el principio de una pérdida de peso dentro de la gestión de la empresa que en su última fase llevó a Alberto Alonso Poza a distanciarse del presidente de Aguas de Valencia, Vicente Boluda, según explicaron ayer otras fuentes de la empresa de suministro hídrico.

El Consejo de Administración explicó que Alonso Poza ha comunicado su intención de iniciar una nueva andadura profesional y su renuncia se hará efectiva en un corto periodo de tiempo. La familia del aún director general de Aguas de Valencia, por otro lado, vive en Madrid. El consejo agradeció al director general su trabajo y dedicación en beneficio de la compañía. Destacaron, en este sentido, que durante su etapa de director general, ha logrado colocar a la compañía en un lugar de relevancia en el sector del agua a nivel nacional, se han conseguido contratos importantes, se han incrementado notablemente los beneficios, se han generado mejoras en el valor de las acciones "multiplicando por tres el ROE" (rentabilidad sobre recursos propios), y se ha logrado un equipo directivo sólido y cohesionado.

Los vicepresidentes

Las fuentes consultadas, en cualquier caso, no ofrecieron nombres sobre el posible sustituto de Alberto Alonso Poza. Consideraron, no obstante, que se tratará de buscar el consenso en una decisión en la que el Banco de Valencia podría tener mucho que decir, y que ahora se reforzará el papel de los dos vicepresidentes en la gestión del día a día de Aguas de Valencia.

José Manuel Calderero y Eugenio Calabuig fueron nombrados en su momento con atribuciones similares a las de un consejero delegado. Esta figura desapareció del organigrama de Aguas de Valencia a finales del año 2002, cuando se produjo la destitución del consejero delegado, Aurelio Hernández y del director general, Francisco Pontes. Desde 2002 hasta julio de 2004 se mantuvo la figura de director general desistiendo de la de consejero delegado. El año pasado, sin embargo, y ante la intención de una parte de los accionistas de Aguas de Valencia de dar un mayor carácter de "profesionalidad" a la gestión de la empresa e incrementar su operatividad acabó con la decisión de nombrar a los citados vicepresidentes.