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FÓRMULA 1 | Un español, el campeón más joven de la historia

Fiesta y desafío a McLaren

Alonso celebra el título en Brasil y Renault anuncia una estrategia más agresiva para conquistar el título de constructores

Faltó Flavio Briatore, pero nadie más. Jefes, ingenieros, mecánicos, masajistas, camareros, azafatas... Todos los miembros del equipo Renault estiraron lo que pudieron la noche del domingo para celebrar el título de Fernando Alonso, aunque éste fuera de los más rápidos en irse a la cama, a las dos de la madrugada. Un título que a los trabajadores de Renault les ha hecho doblemente felices, pues aparte de lo que supone para la escudería francesa, y para el propio palmarés de cada uno el éxito lo firma un chaval de 24 años con el que han congeniado más que con cualquier otro piloto que haya pasado por el equipo. La fiesta de homenaje al campeón del mundo de fórmula 1 tuvo lugar en un hotel con acento español, el Gran Meliá World Trade Center de São Paulo. Dos pilotos acudieron a la fiesta de Alonso, ambos brasileños: Rubens Barrichello, que apura sus últimos días en Ferreri, y Tasio Marques, quien fuera compañero de Alonso en su etapa en Minardi.

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Pero no estuvo el jefe, Briatore, al que asuntos profesionales reclamaban en Europa. Quizá uno de ellos fuera el inicio de los trabajos para el GP de Japón del 9 de octubre, que lejos de ser un trámite adquiere una importancia capital para Renault. Porque la escudería francesa está empeñada en acompañar el título de pilotos de Alonso con otro de menos impacto mediático pero de capital importancia: el de constructores. Y en esa lucha, Renault ha perdido la primera plaza a manos de McLaren por culpa del doblete logrado por Montoya y Raikkonen en Brasil. La ventaja de la escudería británica es de dos puntos (164 por 162) a falta de dos carreras.

Paradójicamente, el título logrado por Alonso ha disparado las esperanzas de Renault. Porque el español podrá correr en Japón y en China, en el último gran premio del año, sin presión, con las manos libres, sin necesidad de ser conservador, al contrario de lo ocurrido en las últimas carreras. "A lo largo de todo el año, las sedes de Viry y de Enstone han realizado un trabajo extraordinario para poder dar a Alonso el título de pilotos", señaló ayer Briatore antes de subir a su jet privado rumbo a Europa. "Ahora necesitamos sacar lo mejor de todos nosotros para conseguir el título de constructores. Tanto Fisico [Fisichella] como Fernando deberán apretar fuerte. Por nuestra parte, hemos hecho lo que hemos podido para estar muy cerca de McLaren y poder luchar contra ellos en las dos últimas carreras". Pat Symonds, el director de ingeniería de Renault, agregó: "Fernando es un gran campeón y merece todo lo que ha conseguido. Pero ahora vamos a estar todos concentrados al 100% en el campeonato de constructores. Estamos trabajando muy duro para poder aplicar los últimos desarrollos en el coche que competirá en Shanghai. Debemos conseguir que el título no esté aún decidido allí".

Ni McLaren ni Renault podrán cambiar el motor en Japón, pero sí en China (16 de octubre). Y en este hecho radican las esperanzas de Renault. "El planteamiento en China será radicalmente distinto que en el resto del campeonato", explicó Dennis Chevrier, jefe de motores de Renault. "Allí los coches se estudiarán para realizar una sola carrera y no dos. Y, por tanto, los equipos podremos ser mucho más agresivos con los motores". Renault tiene ya preparada una mejora especial para esa carrera y sus técnicos están convencidos de que allí lograrán incluso superar a McLaren, como ya lo habían hecho en las primeras carreras del campeonato. "Podemos ser incluso más rápidos que ellos" , agregó Chevrier.

Sin embargo, tanto Raikkonen como Montoya se mostraron ayer eufóricos por el liderato que acababan de lograr. "Felicito a Alonso por su triunfo, pero debe prepararse muy bien para competir con nosotros no sólo en los dos últimos grandes premios de este año, sino también toda la próxima temporada", indicó Raikkonen. Y Ron Dennis, director de McLaren, agregó: "Ahora, Fernando deberá elevar su nivel, porque afronta el significativo reto de ganarnos en las dos próximas carreras". Pero Alonso va a prorrogar la fiesta, que comenzó el domingo en el hotel de São Paulo, donde se unió a alguno de los trenecitos que se formaron y donde corrieron las caipirinhas, aunque en ese terreno el campeón fue prudente: "No me gusta el alcohol y habría pasado una noche malísima si hubiera bebido. Me acosté a las dos porque el circuito me machacó mucho el cuello y los brazos", declaró a Onda Cero. Así que, tras dormir unas horas, voló a Londres para seguir la celebración con los miembros del equipo que trabajan en la sede de Renault en Enstone. Lo propio hará en París, antes de asomarse brevemente a Asturias. Pero su fecha de llegada a Oviedo pertenece al secreto del sumario.

Alonso festeja el título con los miembros de su equipo.
Alonso festeja el título con los miembros de su equipo.EFE

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