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Reportaje:FÚTBOL | Quinta jornada de Liga

"El talento marca la diferencia"

Luxemburgo alaba el juego de Ronaldo pero cree que el mérito es de todo el equipo

Guti había acaparado la atención de la actualidad madridista durante los días previos al encuentro de ayer entre el Alavés y el Real Madrid. El motivo, el de siempre, la eterna cuestión de si el canterano debe jugar o no. Su entrenador aseguraba no tener nada contra él, pero le tildaba de "inconstante". Dmitry Piterman, presidente y co-entrenador del equipo vitoriano se animaba a meter baza y decía que no alinear a Guti sería "una ignorancia" por parte de Luxemburgo.

Finalmente, el preparador brasileño incluyó a Guti en el once inicial. El jugador terminó disputando el partido completo y en el tiempo de descuento cerró la cuenta goleadora madridista anotando el tercer gol. Antes, había dado el pase a Ronaldo para que éste marcara el segundo.

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Escaso fue, en general, el juego del conjunto blanco durante muchos minutos, pero por ahí estaba Ronaldo, a la postre el protagonista absoluto del partido, como reconoció Luxemburgo en la rueda de prensa: ""Al final el jugador con talento y con calidad es el que hace la diferencia". Y tanto. Ronaldo tocó tres balones, dos fueron gol y el tercero se estrelló contra el poste.

Con eso logró el Real Madrid "una gran victoria", según su entrenador, ante un Alavés que hasta el primer gol hizo algo, un poco más que su rival durante muchos minutos, pero que no acertó en sus ocasiones, que también las tuvo. Para Piterman, a su equipo le faltaron "goles y un poco más de fortuna". Para Chuchi Cos, el técnico, al Alavés le sobraron los últimos treinta minutos del encuentro, hasta que marcó Ronaldo. "Primero hubo un encuentro antes del 0-1 y, otro muy diferente, después".

Después de destacar la aportación de Ronaldo, Luxemburgo hizo hincapié en que a pesar del gran acierto del brasileño la victoria de ayer era mérito de todo el equipo: "Para ganar un partido por tres goles de diferencia hay que tener un equipo trabajador, en el que todos peleen colectivamente para hacer la diferencia y poder llevarse los tres puntos".

Pelea, trabajo y equipo son términos que ayer, al menos, estuvieron la mayor parte de los noventa minutos de juego más asociados al Alavés que al Madrid. Pero en Vitoria no tienen a Ronaldo. "El primer gol de Ronaldo fue un mazazo" dijo Cos. "En la segunda mitad nos vinimos al suelo y ya bajamos los brazos a medida que recibimos los últimos goles", concluyó el preparador albiazul.

Ronaldo, que ya le ha hecho siete goles al Alavés en tan sólo tres partidos, no entiende de geometría, le dan igual los cuadrados, sean mágicos o no, los rombos o cualquier otra figura. El único concepto que tiene claro es que la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta. Tan feliz estaba Ronaldo que incluso se inventó una nueva celebración, algo así como la cucaracha, según manifestó el jugador brasileño, que se lo dedicó a un amigo suyo al que había prometido dicha coreografía si marcaba un gol al Alavés. Ya ante el Celta había intentado una nueva celebración, pero la de ayer parece que será su nueva aportación estética al resultado de sus goles. La visera pasó a mejor vida.

El Alavés se rindió a su principal enemigo. Ronaldo le ha tomado la medida al equipo de Chuchi Cos, que días antes del encuentro declaró su madridismo, ni siquiera alterado por la impresión que, según dijo, le causó el Barça de Johan Cruyff. Hasta Dmitry Piterman se prestó a posar con una bufanda del Madrid (junto a la del Alavés), después de haber declarado, fiel a su populismo que "el Alavés es mejor equipo que el Madrid". Claro que el dueño del conjunto albiazul también dijo a principio de temporada que su equipo aspiraba a ganar el título de Liga. Ayer el Madrid, sin hacer un gran partido, sin un buen partido de por medio, le devolvió de las palabras a los hechos.

Ronaldo que empezó el partido propiciando la mejor ocasión del Alavés, cuando tocó mal un balón y lo dejó a los pies de Bodipo, se vengó de todo y no sólo se permitió marcar dos goles y dar el tercero, sino que este último nació de una acción defensiva suya que no le impidió correr sesenta metros para recoger el centro de Guti que acabó marcando.

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