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Reportaje:FÓRMULA 1 | Un español, el campeón más joven de la historia

Sin héroes ni mitos

Tiene la furia de Mansell, la serenidad de Clark, el don natural de Senna y la capacidad de cálculo de Prost, pero Alonso no se parece a nadie

Le habrán visto gesticular, saltar y levantar los brazos mostrando los dedos de sus manos en señal de victoria o indicando el número de carreras que lleva ganadas. En el circo planetario de la fórmula 1, Fernando Alonso responde a lo que el tópico atribuye a un español: es exuberante, tremendamente agresivo y tenaz, y desprende una sensación de seguridad en sí mismo que puede llegar a ser irritante. Hubo un momento clave esta temporada que marcó el cambio de guardia en la fórmula 1: las doce últimas vueltas al circuito de Imola, en el GP de San Marino, en territorio Ferrari, cuando el piloto español que marchaba en cabeza, aguantó todas y cada una de las embestidas de Michael Schumacher, cerrándole todas las puertas, dejando bien claro que estaba allí para destronarle.

Alonso y Raikkonen eran pilotos completos con 22 años. La cuestión es: ¿hasta cuándo durarán?
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Mucho más que un campeón

¿A quién se parece este campeón de fórmula 1, el más joven de la historia? Se podría decir que tiene la furia de Nigel Mansell, la serenidad de Jim Clark, la determinación de Jackie Stewart, el don natural de Ayrton Senna y la capacidad de cálculo y la precisión del profesor Alain Prost. Pero la verdad es que no se parece a nadie. Él mismo lo ha dicho en más de una ocasión. No tiene héroes ni se fabricó mitos en los que quisiera reflejarse. En su adolescencia, Fernando Alonso no se miraba en el espejo de ninguno de los campeones que le han precedido, y mucho menos en el de los grandes campeones del pasado.

Su precocidad no resiste comparación. Ayrton Senna, el piloto más determinante de las últimas décadas, con permiso de Michael Schumacher, tenía 24 años cuando consiguió subirse a un F-1, y si el brasileño se montó en un kart a la edad de ocho años, porque su padre creyó que así resolvería sus problemas de coordinación física, Alonso tan solo tenía dos añitos cuando se subió al artilugio que su progenitor había construido para su hermana. Y ya no se bajó.

Michael Schumacher -el más grande de todos los tiempos si nos atenemos a las estadísticas- fue más precoz que el brasileño. Cuando se puso al volante de un Jordan en el circuito de Spa, en 1991, tenía 22 años, casi tres más que el español cuando éste debutó con un Minardi en Melburne en 2001. Su progresión, sin embargo, es similar a la de ambos. A Senna le costó cinco años proclamarse campeón del mundo y a Schumacher, cuatro. Alonso lo ha hecho en cinco, aunque una de esas temporadas la pasara sin competir, como piloto de pruebas de Renault.

Otro de los más grandes, el francés Alain Prost, que debutó con 25 años en Argentina, a bordo de un McLaren, tardó seis temporadas en proclamarse campeón del mundo, ya con 30 años, aunque luego tuvo tiempo de conseguir otros tres títulos.

Los dos escoceses que dominaron las décadas de 1960 y 1970, fueron relativamente precoces. Jim Clark debutó con 24 años y tardó cuatro en ganar su primera corona mundial. Jackie Stewart lo hizo con 26 años y ganó el primero de sus tres campeonatos ya con 30.

Y es que tras la era Schumacher, en la que el dominio del alemán y de la escudería Ferrari ha sido tan abrumador que casi no ha dejado espacio para nada más en la memoria del aficionado, la eclosión de Alonso y de su némesis, el finlandés Kimi Raikkonen, que forman una de esas parejas explosivas, de las que crean realmente afición, muestra un cambio de paradigma en el automovilismo de máximo nivel. Los viejos campeones, como Tazio Nuvolari o Juan Manuel Fangio, maduraban tarde, aunque luego seguían compitiendo más allá de cruzar la cuarentena. Alonso y Raikkonen ya son unos pilotos completos y maduros con sólo 22 años. La pregunta ahora es la contraria. ¿Hasta cuándo durarán?

Jackie Stewart, que desde que se retiró se ha mantenido muy cercano a la competición, entraba hace unos días en esta rivalidad, inclinándose a favor del finlandés como el piloto "más rápido del mundo, incluso por delante de Alonso y Schumacher". Pero añadía: "Alonso tiene una gran cabeza para ser tan joven, y yo no creo que su coche sea ni de lejos tan rápido como los McLaren".

Michael Schumacher y Fernando Alonso, rivales en un partido de fútbol benéfico disputado en Mónaco.
Michael Schumacher y Fernando Alonso, rivales en un partido de fútbol benéfico disputado en Mónaco.REUTERS

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