Protesta en Pego para pedir al tripartito que frene las urbanizaciones

El último proyecto urbanístico aprobado por el Ayuntamiento de Pego, que contempla la construcción de un campo de golf, de 1.8 millones de metros cuadrados y 27 hoyos, y 1.500 viviendas, movilizó ayer a los pegolinos. Más de 300 personas se sumaron a la manifestación convocada por el Col.lectiu en Defensa del Territori-Pego y la Plataforma de Comarques del País Valencià para exigir la paralización del proyecto.

Los convocantes de la protesta reprocharon al actual gobierno local, formado por el tripartito PP, PSPV y Bloc, el "incumplimiento de sus promesas electorales" al aprobar por unanimidad este plan urbanístico. Con esta decisión "no sólo han incumplido sus promesas electorales, sino que han seguido una política continuista" a la realizada por el anterior alcalde, el polémico Carlos Pascual, señalaron. Tripartit de la vergonya, denunciaba una de las pancartas.

Los convocantes advierten de que a este nuevo plan urbanístico, aprobado en junio, hay que sumar las 2.000 viviendas proyectadas en Penyaroja, 500 en Montepego, y las programadas durante el mandato de Pascual, pendientes de ejecución. En total 5.000 nuevas casas. El Col.lectiu en Defensa del Territori-Pego presentó al último PAI 1.100 alegaciones, "que no fueron contestadas" por el gobierno local. La agrupación advertía de que la nueva urbanización afectará a los acuíferos que abastecen el humedal protegido de Pego-Oliva. El campo de golf se ubica a unos 500 metros del marjal, en la zona de afección del parque. Otro reproche del colectivo es la supuesta relación de la constructora adjudicataria de la urbanización con Eduardo Siscar, concejal de Urbanismo. La protesta fue secundada por numerosos colectivos de la Marina, contrarios a los planes urbanísticos presentados en el último año en la comarca. "No queremos ser el balneario ni el geriátrico de Europa", señalaron los manifestantes.