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Mercé 05

El peso de los artistas locales

Fiestas patronales, fiestas de pueblo. La Mercè ha recuperado aquellos años en el Sot del Migdia en los que las atracciones de feria ocupaban la parte trasera del espacio destinado a la música. En su nuevo espacio del Fórum, las fiestas han revivido esta tradición, y aunque cosmopolita, moderna y muchas otras cosas definidas con nuevos adverbios y sustantivos mal traducidos del inglés por la clase política, Barcelona sigue queriendo ser un pueblo cuando llegan las fiestas. Lo es en el Fórum y, en consonancia con ello, los artistas más destacados de la segunda jornada fueron artistas locales, con especial mención de Sólo los Solo y Sidonie, encargados de cerrar los dos escenarios del BAM situados en aquel rincón junto al mar.

Sidonie y Sólo los Solo destacaron entre las actuaciones nocturnas en el Fórum

La cuestión es que este año Barcelona complementa en fiestas dos ideas y recintos que unidos ofrecen un resultado espléndido. Como fiesta urbana que es, la Mercè y el BAM no pueden abandonar el centro, que en rincones tan idóneos como la plaza de Joan Corominas revivió el recuerdo de los antiguos BAM, aquellos en los que las estrellas solían ser cantantes emocionalmente depresivos. Bill Callaham, líder de Smog, tiene este perfil, y con un piano y una semibatería ofreció uno de los conciertos más estimables de la noche. Una voz monocorde en constante lamento para explicar con un tono recio lo que puede doler la vida. Parecerá que no se trata de un concierto festivo, pero la gracia de la Mercè es que otorga a sus ciudadanos la posibilidad de vivir la fiesta de muchas maneras. En respuesta a ello, la plaza estuvo llena con Smog y con Ben Lee, grupo de pop clásico que cerró la noche.

También estuvo llena la plaza de la Catedral, donde el nombre de Santiago Auserón convocó al público, al que el artista ahora afincado en Barcelona regaló, entre otras piezas, versiones de Annabel Lee, La negra flor y A un perro flaco con ayuda de la Orquestra del Taller de Músics. De igual manera se llenó la Rambla del Raval, epicentro de los sonidos de fusión étnica de las fiestas y corazón de una Barcelona multicolor que huele a curry y falafel, y viaja en las latas de cerveza que venden los paquistaníes a un precio que depende de la expresión del comprador.

La segunda parte de la fiesta en este modelo bicéfalo se traslada al Fórum. Desestimada oficiosamente la peligrosa tentación municipal de situar toda la fiesta allí, vaciando el centro para convertir al Fórum en un parque temático de chistorra y música, el extremo de la Diagonal se antoja un lugar idóneo como complemento a la fiesta en el centro. Fue en un Fórum mucho más concurrido que el jueves, donde se pudo escuchar, entre otras cosas, el petardeo de Vive la Fête, grupo con rubia de belleza francesa e insinuaciones universales; la poesía rimada de Saul Williams; el pop de Mishima, y el rock del grupo chileno-francés Pánico. Chirriando con este ofrecimiento, la Cadena 100 ofertaba un modelo más tradicional y conservador de fiesta, con Fran Perea y Jarabe de Palo como enseñas visibles.

Pero estaba escrito que el éxito sería para grupos como La Excepción, con su hip-hop callejero, lleno de giros coloquiales autóctonos del barrio de Pan Bendito (Carabanchel) y fruncido con el sentido del humor de un recitador como El Langui, capaz de reírse en Zapato ortopédico de sus severas dificultades motoras. Y aunque no lo parezca, Sólo los Solo se ríen de muchas de las poses típicas del hip-hop, y lo hicieron en el Fórum con un concierto en el que demostraron su autoridad. Es cierto que aún media distancia entre lo que se oye en sus discos y los que se ve y oye en directo, pero aun con eso, los de Rubí y Terrassa llenaron de brazos enhiestos la plaza situada frente a su escenario.

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Los últimos triunfadores de la jornada fueron Sidonie, una banda que tampoco puede decirse que suene estupenda en directo. O son unos despreocupados, o su técnico tendría que hacer un curso CCC, o el equipo era un desastre, o los sordos son los demás, pero en el BAM volvieron a ganar más por entrega y actitud que por solidez. Cuentan con un nuevo grupo de canciones que tienen toda la traza de funcionar, así que sólo falta que un día, en una Mercè no muy lejana, sean las estrellas que ellos están convencidos de ser.

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