'Tour' por el Moscú soviético
Del mausoleo de Lenin, en la Plaza Roja, a los caprichos de Stalin
No todo lo soviético se cayó con el muro de Berlín. En Rusia subsiste una floreciente burocracia, por ejemplo, que convertirá su vida en un infierno si se olvida usted de llenar la tarjeta de inmigración en el aeropuerto. También es posible que, emulando el mejor estilo de la Cheka, un amable policía le pida sus documentos por la calle. Y será mejor que los tenga a mano. Pero el vestigio por excelencia de los viejos tiempos es la imagen sempiterna, paternal y omnipresente del camarada Stalin.
Cincuenta años después de su muerte, Stalin aún saluda a su pueblo desde los afiches, postales y camisetas que atiborran las tiendas para turistas. Uno no consigue mecheros con esvásticas en Alemania ni ceniceros de Franco en España, pero hay que admitir que el look soviet ha envejecido más decorosamente. O al menos así luce en las insignias, sombreros, petacas, matrioshkas y hasta vajillas con hoces y martillos que pueblan la oferta. La demanda es tal que, si uno se descuida, le venden una miniatura de Lenin made in China.
En el ramo de los souvenirs, Stalin está obligado a competir de igual a igual con otras glorias de la revolución. Pero hay un ámbito en que su aura brilla con luz propia: la arquitectura de Moscú, una capital diseñada bajo su férrea mano para proclamar ante el mundo el triunfo del socialismo. Bienvenidos a un paseo por las ruinas del imperio.
El tour comienza, cómo no, en el mausoleo de Lenin, una de las más siniestras atracciones de la ciudad. En realidad, Lenin quería que lo enterrasen junto a su familia, y su viuda transmitió ese deseo a Stalin. Pero él respondió: "Yo soy el secretario general del partido y, si quiero, puedo nombrar a otra viuda de Lenin".
Desde entonces, el hombre que cambió el rumbo del siglo XX se usa como conejillo de Indias para la experimentación en taxidermia. Dos veces por semana es exhibido con un elegante traje de terciopelo negro y el cutis aún terso a punta de inyecciones de colágeno. Lenin es más bien bajito e intensamente pelirrojo. Por lo demás, se parece a sus fotos. Como parte de la ambientación histórica, el interior del mausoleo es completamente negro y hay guardias cada dos pasos que obligan al visitante a circular sin detenerse. Muchos rusos quieren que retiren de ahí a Lenin. Su argumento es simple: "En este país sólo ha habido problemas desde que Stalin puso un cadáver en la Plaza Roja".
Sin nombre ni número
Pero si un edificio ha visto problemas en la ciudad, es, con seguridad, el cuartel del KGB, situado en la glorieta de Lubianka. La sombría construcción carece de nombre o número, y a pesar de ocupar una manzana entera, tiene siete puertas distintas y todas muy pequeñitas, para que no se note quién entra y quién sale. Justo al frente está la tradicional juguetería Detsky Mir, El mundo de los niños, donde los agentes, entre paliza y paliza, se daban un tiempito para comprarle una muñeca a la nena de papá.
Pero sin duda, el sello clásico del dictador son los siete rascacielos que despuntan en cualquier vista área de la ciudad, y que los moscovitas llaman "los caprichos" de Stalin. Uno de ellos, el edificio Vosstaniya, alberga 452 apartamentos y el restaurante Le Gastronom, cuyas columnas corintias de mármol y arañas de cristal representan el mejor ejemplo del estilo clásico estalinista. Originalmente usados para los banquetes del régimen, los salones del Gastronom fueron construidos por convictos y prisioneros políticos. Se dice que uno de ellos fue arrojado por el jefe de obra al hormigón líquido, y que aún reposa en alguno de los muros. Quizá por eso, en el medio siglo transcurrido desde su inauguración, ningún inquilino ha querido hacer reformas.
A pocas calles de ahí se encuentra el más gótico de estos rascacielos: el Ministerio de Asuntos Exteriores, de 172 metros de altura. De pie frente a él, con el fondo gris de las nubes agitadas por el viento, a uno le parece ver a Batman a punto de saltar desde la hoz y el martillo. La punta del ministerio es un agregado de metal pintado del mismo color que los muros. No estaba prevista, pero los arquitectos la añadieron al final porque todos los demás rascacielos tenían puntas, y no estaba bien visto distinguirse o tener estilo propio.
Círculos concéntricos
Para moverse entre los rascacielos es necesario tomar el metro, pero no se preocupe. El subterráneo de Moscú no es sólo un medio de transporte, sino parte del tour Stalin. Sus estaciones fueron diseñadas con el concepto de palacios del pueblo, y quizá sean las más espectaculares del mundo. La fachada del vestíbulo de la estación Krasniye Vorota (Puertas Rojas), por ejemplo, está diseñada con círculos concéntricos en forma de radio antigua, y su interior está enchapado en mármol rojo. En la estación Ploshchad Revolutsii (plaza de la Revolución), el mármol es negro, y desde los arcos de los andenes nos observan gigantes revolucionarios armados fundidos en bronce, y algunos saludables deportistas y estudiantes. Las suntuosas lámparas de Arbatskaya o la iluminación de ciencia-ficción de Electrozavodskaya le harán desear desplazarse todas las mañanas hacia la reunión del sindicato.
Finalmente, puede hacer un recorrido por lo que ya no está, o ahora está, o nunca estuvo. Al salir de la Plaza Roja, uno atraviesa Voskreseniya Vorota, unas bellísimas puertas del siglo XVII que Stalin tumbó para abrir paso a los tanques en los desfiles militares. Hace diez años fueron reconstruidas fielmente al original. Lo mismo ocurrió con la antigua catedral de Cristo Salvador, demolida para usar su mármol en los metros durante los años treinta. En su lugar se planeaba construir el Palacio de los Sóviets, que incluía una estatua de Lenin de cien metros, en cuyo brazo extendido aterrizarían helicópteros y en cuya cabeza se abriría una librería de clásicos del marxismo. Afortunadamente, la economía de guerra impidió su construcción.
Ahora son otros los edificios que caen, como el hotel Moscú, que ha dejado un enorme forado en la plaza de Manehznaya. Hasta hace un año, el hotel Moscú era un amorfo edificio con cuatro posibles fachadas principales. La explicación más frecuente de su asimetría es que el arquitecto Shchusev le mostró a Stalin dos planos alternativos y el gobernante, por error, firmó los dos. Por miedo a desobedecerlo, Shchusev los combinó en el diseño final. Ahora, el hotel ha sido derribado para crear un complejo hotelero moderno y manejable, cuyos huéspedes podrán comer tranquilamente en el McDonalds situado frente al Kremlin, un poco nutritivo recordatorio de que nada es para siempre.
Santiago Roncagliolo (Lima, 1975), periodista y escritor, es autor de Pudor (Alfaguara, 2005)
GUÍA PRÁCTICA
Datos básicos- Prefijo telefónico: 00 70 95. Moneda: rublo (un euro equivale a unos 35 rublos). Población: Moscú tiene unos 10 millones de habitantes.Cómo ir- Iberia (www.iberia.com; 902 400 500) vuela directo a Moscú desde Madrid; en la web, ida y vuelta, a partir de 239 euros más tasas y gastos (precio final, desde unos 312 euros).- Aeroflot (914 31 37 06 y 934 30 87 41) vuela directo a Moscú desde Madrid y Barcelona; ida y vuelta, 412 euros, tasas y gastos incluidos.La rutaLa visita a todos los edificios mencionados es gratuita.- Mausoleo de Lenin (plaza de la Revolución, metro Ploshchad Revolutsii). No se puede entrar con bolsos grandes ni cámaras. Abre por las mañanas (cierra lunes y viernes).- Cuartel del KGB: Bolshaya Lubyanka Ulitsa, s/n (metro Lubyanka).- Ministerio de Relaciones Exteriores: Smolenskaya-Sennaya Ploshchad, 32-34 (metro Smolenskaya).- Edificio Vosstaniya: Kudrinskaya Ploshchad, s/n (metro Barrikadnaya).- Estaciones de metro: Krasnye Vorota: Krasnye Vorota Ploschad (línea 1). Ploshchad Revolutsii (líneas 3 y 2). Arbastkaya (línea 3). Electrozavodskaya (línea 3).- Catedral de Cristo Salvador: Volkhonka Ulitsa, s/n (metro Kropotkinskaya).- Voskreseniya Vorota: entre Plaza Roja y plaza de Manezhnaya (metro Theatralnaya).Información- En www.moscow-city.ru se pueden descargar folletos turísticos y programas de exposiciones en inglés.- www.russia-travel.com.- www.russiatourism.ru.- Información sobre visados: www.visados.narod.ru.
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