"La ignorancia de Berlusconi es lo más cercano al fascismo"
El documental ¡Viva Zapatero! fue la gran sorpresa del festival de Venecia. Su directora, la actriz y periodista Sabina Guzzanti (Roma,1963), est
á convencida de que si la proyección de ¡Viva Zapatero! se hubiera conocido con antelación nunca se habría podido poner por el problema de censura que, según ella, se vive en Italia. "Fue una inteligente decisión del director del certamen, Marco Müller", aseguró ayer Guzzanti, que viajó a San Sebastián para presentar en la sección Zabaltegi este corrosivo y satírico documental, de 80 minutos de duración, contra el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que ya ha sido adquirido por una distribuidora española y cuyo estreno está previsto en nuestro país a finales de octubre.
"Fue un auténtico abuso y me juré a mí misma que los avergonzaría"
"Zapatero ha demostrado que cumple lo que promete en su campaña"
A Guzzanti, una actriz cómica muy conocida en Italia por sus imitaciones cáusticas y satíricas, no le ha movido la venganza contra Berlusconi, sino el deseo de dar a conocer un caso de censura como el que ella sufrió con un programa en la televisión pública de su país. "Es un ejemplo más de los que suceden a menudo en Italia. Fue un auténtico abuso y me juré a mí misma que los avergonzaría. Más que una venganza, lo considero un acto de justicia", aseguró Guzzanti, una mujer poderosa y guapa. "Berlusconi es un ignorante y la ignorancia es lo más cercano al fascismo", añadió.
La actriz y periodista realizó en noviembre de 2003 un programa de humor político, RAIot, para el tercer canal de la RAI, la televisión pública italiana, del que sólo se pudo emitir el primero, titulado Armas de distracción de masas, dedicado a la libertad de expresión. En él, Guzzanti interpretaba a varios personajes de la escena social y política italiana, entre ellos a Berlusconi, del que realizó una parodia especialmente hiriente. El consejo de administración de la RAI decidió por unanimidad la suspensión del programa, aunque el contrato se había firmado por un total de seis, ante la demanda millonaria interpuesta por Mediaset, una cadena privada propiedad de Berlusconi, contra la RAI. También Mediaset, una de las tres televisiones propiedad del primer ministro italiano, se querelló contra Guzzanti por algunos de los comentarios vertidos en el programa, entre los que destacó la denuncia de que Berlusconi hacía las leyes a medida de sus intereses personales.
El título de ¡Viva Zapatero!, asegura Guzzanti, fue una decisión de última hora. En el documental no aparece ninguna referencia ni al presidente del Gobierno español ni a casos de programas satíricos españoles, a diferencia de lo que sí hace con programas televisivos europeos en los que la sátira y crítica política está permitida. "Elegí este título para provocar a los políticos italianos, para los que parece que Zapatero no existe. El presidente español ha demostrado que cumple lo que promete en su campaña electoral, algo que hoy en Italia es impensable", explicó la actriz y directora.
Centrándose en su caso concreto de censura, ¡Viva Zapatero! hace un recorrido por los abusos de Berlusconi -"no sólo es dueño de tres cadenas privadas, también los altos cargos de la RAI son nombrados por el Gobierno, y posee empresas de publicidad que utiliza para controlar a los medios de prensa escritos"-, por los errores de los partidos de izquierda y por la sumisión de los periodistas ante el poder. "He encontrado mucha solidaridad por parte de la sociedad, a diferencia de muchos periodistas que se han comportado como auténticos bellacos", se lamenta Guzzanti.
"La corrupción en Italia está muy extendida, la Mafia es poderosísima, los fondos de la educación pública se han reducido de manera importante, ahora los estudiantes no leen libros, sino resúmenes, la magistratura destroza el sistema judicial, el cine y el teatro han sido destruidos por la falta de ayudas; de las 100 películas que se producían hace años se ha pasado a apenas 30 títulos....". La lista de agravios que enumera Guzzanti es interminable. Pero también deja un hueco para la "nefasta" política de los partidos de izquierda. "Los italianos se dan cuenta perfectamente de lo que está pasando, saben que la situación económica es un desastre. El pueblo italiano se ha levantado en masivas manifestaciones espontáneas, pero no hay ninguna estructura, ni política ni sindical, que sea capaz de canalizar toda esta protesta", explica la realizadora.
Tras su paso por el festival de Venecia, ¡Viva Zapatero! se estrenó en Italia en 30 salas de cine, que este fin de semana aumentaron a 60 gracias a la reacción "espléndida" del público, que aplaude a rabiar en todas las sesiones. Para Guzzanti, el objetivo de su trabajo es claro: "Espero sinceramente que contribuya de manera positiva a la libertad de expresión y que incremente la percepción de lo importante que es, en la vida de cada uno de nosotros, que la información sea independiente de la política".El documental ¡Viva Zapatero! fue la gran sorpresa del festival de Venecia. Su directora, la actriz y periodista Sabina Guzzanti (Roma,1963), est
á convencida de que si la proyección de ¡Viva Zapatero! se hubiera conocido con antelación nunca se habría podido poner por el problema de censura que, según ella, se vive en Italia. "Fue una inteligente decisión del director del certamen, Marco Müller", aseguró ayer Guzzanti, que viajó a San Sebastián para presentar en la sección Zabaltegi este corrosivo y satírico documental, de 80 minutos de duración, contra el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que ya ha sido adquirido por una distribuidora española y cuyo estreno está previsto en nuestro país a finales de octubre.
A Guzzanti, una actriz cómica muy conocida en Italia por sus imitaciones cáusticas y satíricas, no le ha movido la venganza contra Berlusconi, sino el deseo de dar a conocer un caso de censura como el que ella sufrió con un programa en la televisión pública de su país. "Es un ejemplo más de los que suceden a menudo en Italia. Fue un auténtico abuso y me juré a mí misma que los avergonzaría. Más que una venganza, lo considero un acto de justicia", aseguró Guzzanti, una mujer poderosa y guapa. "Berlusconi es un ignorante y la ignorancia es lo más cercano al fascismo", añadió.
La actriz y periodista realizó en noviembre de 2003 un programa de humor político, RAIot, para el tercer canal de la RAI, la televisión pública italiana, del que sólo se pudo emitir el primero, titulado Armas de distracción de masas, dedicado a la libertad de expresión. En él, Guzzanti interpretaba a varios personajes de la escena social y política italiana, entre ellos a Berlusconi, del que realizó una parodia especialmente hiriente. El consejo de administración de la RAI decidió por unanimidad la suspensión del programa, aunque el contrato se había firmado por un total de seis, ante la demanda millonaria interpuesta por Mediaset, una cadena privada propiedad de Berlusconi, contra la RAI. También Mediaset, una de las tres televisiones propiedad del primer ministro italiano, se querelló contra Guzzanti por algunos de los comentarios vertidos en el programa, entre los que destacó la denuncia de que Berlusconi hacía las leyes a medida de sus intereses personales.
El título de ¡Viva Zapatero!, asegura Guzzanti, fue una decisión de última hora. En el documental no aparece ninguna referencia ni al presidente del Gobierno español ni a casos de programas satíricos españoles, a diferencia de lo que sí hace con programas televisivos europeos en los que la sátira y crítica política está permitida. "Elegí este título para provocar a los políticos italianos, para los que parece que Zapatero no existe. El presidente español ha demostrado que cumple lo que promete en su campaña electoral, algo que hoy en Italia es impensable", explicó la actriz y directora.
Centrándose en su caso concreto de censura, ¡Viva Zapatero! hace un recorrido por los abusos de Berlusconi -"no sólo es dueño de tres cadenas privadas, también los altos cargos de la RAI son nombrados por el Gobierno, y posee empresas de publicidad que utiliza para controlar a los medios de prensa escritos"-, por los errores de los partidos de izquierda y por la sumisión de los periodistas ante el poder. "He encontrado mucha solidaridad por parte de la sociedad, a diferencia de muchos periodistas que se han comportado como auténticos bellacos", se lamenta Guzzanti.
"La corrupción en Italia está muy extendida, la Mafia es poderosísima, los fondos de la educación pública se han reducido de manera importante, ahora los estudiantes no leen libros, sino resúmenes, la magistratura destroza el sistema judicial, el cine y el teatro han sido destruidos por la falta de ayudas; de las 100 películas que se producían hace años se ha pasado a apenas 30 títulos....". La lista de agravios que enumera Guzzanti es interminable. Pero también deja un hueco para la "nefasta" política de los partidos de izquierda. "Los italianos se dan cuenta perfectamente de lo que está pasando, saben que la situación económica es un desastre. El pueblo italiano se ha levantado en masivas manifestaciones espontáneas, pero no hay ninguna estructura, ni política ni sindical, que sea capaz de canalizar toda esta protesta", explica la realizadora.
Tras su paso por el festival de Venecia, ¡Viva Zapatero! se estrenó en Italia en 30 salas de cine, que este fin de semana aumentaron a 60 gracias a la reacción "espléndida" del público, que aplaude a rabiar en todas las sesiones. Para Guzzanti, el objetivo de su trabajo es claro: "Espero sinceramente que contribuya de manera positiva a la libertad de expresión y que incremente la percepción de lo importante que es, en la vida de cada uno de nosotros, que la información sea independiente de la política".
Babelia
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