Pinto exige la dimisión del juez de paz por negarse a casar gays
El gobierno municipal de Pinto (PSOE e IU) exigió ayer la dimisión del juez de paz de la localidad, Antonio Alonso, después de que éste declarara en la revista local Zig Zag que no piensa tramitar expedientes para casar a las parejas de homosexuales.
Al conocer las polémicas declaraciones, el gobierno municipal convocó ayer un pleno extraordinario para solicitar la dimisión de Alonso como juez de paz y la suspensión de las ayudas que el Consistorio destina a esta institución. En las dos primeras convocatorias del pleno, los concejales del PP no se presentaron, así que el alcalde, Juan Tendero (PSOE), tuvo que hacer una tercera convocatoria a las diez de la noche, ya con todos los ediles de la corporación.
En este pleno extraordinario, que terminó cerca de la medianoche y el que se produjeron varios momentos muy tensos, PSOE e IU votaron a favor de la dimisión de Alonso, igual que Juntos Por Pinto, mientras que el PP lo hizo en contra. "Las declaraciones del juez de paz son muy irresponsables: nadie puede situarse por encima de lo que dicen las leyes. Por ello solicitamos que dimita, porque no puede representar así una figura jurídica tan relevante en el municipio", criticó Tendero.
Antonio Alonso tiene 26 años, es vecino de Pinto y licenciado en Ciencias Políticas. Actualmente cursa el doctorado en Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense. "No pienso tramitar ningún expediente para casar a una pareja homosexual porque es inconstitucional", señaló ayer. De momento, hasta la instancia que él representa no ha llegado ninguna petición de matrimonio homosexual. "Pero cuando me llegue, presentaré el caso ante el Tribunal Constitucional. Aunque el caso es que se está formando un enorme revuelo por algo que aún no he hecho", señaló.
"Orgulloso de ser católico"
Alonso, que se declara "católico, y muy orgulloso de serlo", aseguró que su postura se debe sólo a "motivos jurídicos". "Si altas instituciones del Estado han puesto en duda una ley elaborada por el PSOE y aprobada con una escasa mayoría, yo tengo que ser prudente y pedir que, en el caso de que a mí me lleguen expedientes para casar a homosexuales, el Tribunal Constitucional se pronuncie", explicó Alonso. Según él, la reacción del Gobierno municipal ha sido "exagerada y desmedida". "Estoy anonadado y alucinado; me ha pillado todo al volver de clase de la facultad", dijo.
Alonso fue elegido juez de paz de Pinto en abril pasado. Su elección fue polémica. Pilar Oraa, una escultora pinteña, fue elegida juez de paz a principios de año, después de que su antecesor en el cargo falleciera. Oraa fue designada por el pleno municipal, pero Alonso presentó un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid al considerar que el hecho de que Oraa diese clases y cobrase por ello era incompatible con ser juez de paz. El Tribunal Superior dio la razón a Alonso y le nombró nuevo juez.
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