El consejo de Iberia estudia el plan para recortar 600 millones en gastos
La compañía aérea propone eliminar líneas y congelar salarios
El Consejo de Administración de Iberia estudió ayer el Plan Director 2006-2008 con el que la empresa quiere dar respuesta al difícil momento que vive el sector. La reducción de 600 millones de euros es el objetivo central de este plan al que se quiere llegar con la congelación salarial para los 24.000 trabajadores de la plantilla y cuya respuesta sindical no se hará esperar. Asimismo, se quieren eliminar rutas internacionales no rentables, apostar por una compañía de bajo coste y aumentar los ingresos en las rutas rentables.
Iberia ha reunido su consejo durante dos días a 70 kilómetros de Madrid para estudiar una sesión monográfica que continuará hoy y en la que quiere aprobar un plan que permita devolver la empresa a los anteriores niveles de rentabilidad y salvar el difícil momento que vive el sector por el aumento del carburante y la fuerte competencia de las compañías de bajo coste.
El presidente de la compañía, Fernando Conte, expuso al consejo un panorama bastante sombrío y dijo que la empresa entraría en crecimiento cero si no se abordan los ajustes. Fernando Conte dijo hace una semana que "se trata de adelantarse a la situación en la que vive el sector y dar una respuesta adecuada". La dirección de Iberia afirma que si se lleva adelante se pueden generar 300 millones de beneficios acumulados en los próximos tres años. Si no contienen los actuales niveles de costes esos 300 millones de euros serían pérdidas en el periodo 2006-2008.
Uno de los elementos que más pesan en la actual cuenta de resultados de la empresa es el gasto en combustible. Según los datos manejados en la reunión de ayer, el gasto en queroseno supone en la actualidad el 18% de los gastos totales cuando hace dos años este porcentaje era del 13%. Además, las perspectivas de que el crudo de petróleo bajen son pocas. La compañía abordará una subida de tarifas, la tercera en un año, por este motivo. Iberia tiene asegurado el 65% de su combustible para el segundo semestre del año a 45 dólares el barril, pero el resto del queroseno debe pagarlo a precio de mercado y el precio está cerca de 65 dólares.
Sindicatos en pie de guerra
La contención salarial es el renglón del plan que más inquietud genera. La empresa no aclara si se trata de una congelación salarial en toda regla y prefiere hablar de subidas ligadas a los resultados. Los sindicatos de pilotos SEPLA, el de tripulantes SITPLA, UGT y CC OO, están en pie de guerra y estudian medidas de contestación a esta decisión. La empresa argumenta que en los últimos tres años los costes salariales han subido el 22% como consecuencia del laudo arbitral de 2001.
Otro de los elementos centrales es la posibilidad de crear o participar en una compañía de bajo coste, el sector de las aerolíneas que más mercado ganan en los últimos años. Sobre este aspecto hubo un gran debate en el consejo en la sesión de ayer.
Iberia quiere concentrar la mayor parte de sus actividades comerciales en el aeropuerto de Madrid-Barajas en los próximos tres años. Actúa en una línea muy similar a que hace uno de sus principales accionistas British Airways en el aeropuerto de Londres-Heatrow. El aeropuerto de El Prat en Barcelona será el mayor perjudicado por este plan.
Los responsables de la empresa han señalado que estudian operar como una aerolínea de bajo coste limitándose a operar "punto a punto" como una aerolínea de bajo coste. El posible recorte de vuelos en el aeropuerto de Barcelona ya ha encendido la mecha de la disputa política con los partidos del Gobierno tripartito catalán criticando la medida por perder peso comercial.
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