Los ojos de los actores

Manuel Martín Cuenca, director de Malas temporadas, dice que su película habla de individuos metidos en un laberinto. "Son personas que se han equivocado emocionalmente y que ahora intentan salir de ahí. Es una película sobre segundas oportunidades", añade.

El director de La flaqueza del bolchevique asegura que su segundo largometraje, pese a retratar a personajes a la deriva, habla de esperanza. "Queríamos hablar de personas que tienen la posibilidad de empezar de nuevo".

Cuenca (Almería, 1964) escribió la historia de Malas temporadas con su amigo Alejandro Hernández (La Habana, Cuba, 1970): "La premisa de la película era hacer una historia sin adornos sobre un mundo que conocemos. Es una película muy cercana a nosotros, que refleja una etapa de nuestras vidas".

Nathalie Poza, Eman Xor Oña, Javier Cámara y Leonor Watling interpretan a los personajes principales de estas historias cruzadas. "Es una película con muchos primeros planos porque yo quería meterme en los ojos de los actores. Cuando los actores son muy buenos hay que acercarse a ellos. El texto de esta película son sus ojos". "Era muy importante", añade Cuenca,

"lograr que pese estar todos en diferentes historias les uniera un mismo tono. De alguna manera, todos comparten el mismo fantasma".

¿Y cuál es ese fantasma? "El autoengaño", responde Cuenca. "Se autoengañan permanentemente, se empeñan en creer en lo que ya no existe".