Atletas del fuego

Los bomberos del Ayuntamiento de Madrid han vuelto a demostrar este año su buena forma física. En los Juegos Internacionales de Bomberos y Policías, celebrados a finales de junio pasado en Quebec (Canadá), los 32 representantes de la capital trajeron de vuelta 37 medallas, en su mayoría de oro y plata.

En la convocatoria anterior, celebrada hace dos años en Barcelona, obtuvieron 64. No es que en ese tiempo hayan bajado su nivel, sino que muchos de los participantes madrileños no pudieron acudir este año a los Juegos por falta de dinero para financiar el viaje. "Aunque en Canadá competimos menos gente, hemos obtenido más oros y, sobre todo, ganamos en las pruebas más específicas para bomberos", explica José Antonio Gómez Milara, representante de la Agrupación Deportiva de los Bomberos del Ayuntamiento. A sus 36 años ha obtenido un oro, dos platas y un bronce y se ocupó de entrenar a siete de sus compañeros.

"He pedido un crédito para poder ir", cuenta González, con un oro, una plata y dos bronces

El Consistorio, que preside el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, no aporta ningún tipo de subvención económica a sus bomberos, aunque sí lo hacía hace cuatro años, según Milara. Entonces el regidor era José María Álvarez del Manzano, también del PP. En los juegos de Barcelona recibieron ayudas de la hoy extinta organización de Madrid 2012, además de que más bomberos pudieron desplazarse, al estar cerca.

El viaje y la estancia durante los 15 días que duraron los Juegos de Quebec les ha salido a cada uno de los participantes de este año por unos 2.000 euros. El salario medio de un bombero se sitúa entre los 1.600 y los 1.800 mensuales, según la categoría. Además, tienen que dedicar días de sus vacaciones. "Todavía estoy pagando el crédito que he pedido para poder ir este año", explica Iván González, de 28 años, que logró un oro, una plata y dos bronces. "Si hace falta, el año que viene también lo pediré".

Una portavoz del área de Emergencias del Ayuntamiento explicó que no financia la participación de sus bomberos en los Juegos porque no intervienen en su selección, sino que es una "agrupación deportiva" la que coordina la participación madrileña. "Se les ha pagado cuando ha habido dinero. Para la próxima vez estamos tratando de buscar patrocinadores que les ayuden", agregó. Los siguientes juegos se celebrarán en Australia dentro de dos años.

Milara admite que son una agrupación, pero explica que cuando van a los Juegos lo hacen como representantes del Consistorio, con su identificación en los equipos deportivos que utilizan. "Cuando subimos al podio es como bomberos del Ayuntamiento", aclara. Entre ellos hay bomberos de todos los parques de Madrid y de diferentes categorías, también de todas las edades. Como Hipólito Cubillo, que a sus 60 años ha ganado con su bicicleta tres oros y dos bronces. "En todas las pruebas en las que me he presentado", aseguró este bombero que cada día va a trabajar en bicicleta.

El representante de la agrupación sostiene que no se hace ningún tipo de criba, sino que participa en los Juegos todo el que quiera y pueda acudir. "Es una selección natural. Si la próxima vez quiero revalidar mi título, tengo que entrenar más, para ir mejor preparado que el año anterior", agrega Milara, veterano de estas competiciones.

"Indudablemente lo hacemos porque nos gusta. Es una manera de estar en contacto con otros bomberos de otros países e intercambiar cuestiones profesionales", matiza Miguel Seguí, jefe de la zona centro y medalla de oro en la prueba de press de banca, de 39 años. "También nos gustaría que hubiera un gesto mínimo por parte de nuestro Ayuntamiento para agradecérnoslo", afirma.

Añade que paralela a las competiciones deportivas se celebra siempre una feria dedicada a la profesión. "Hablas con compañeros de otros países, ves los diferentes materiales y métodos de actuación que existen. Y luego puedes traer alguna iniciativa nueva", agrega.

Como ejemplo explica que en los Juegos que se celebraron en Estocolmo los participantes madrileños observaron cómo sus compañeros suecos medían la prueba de dominadas -ejercicios que consisten en elevar el pecho sobre una escala cruzada desde la que el cuerpo queda únicamente sujeto de los brazos-, que se utiliza en los exámenes de acceso al cuerpo, y consiguieron introducir el nuevo sistema en las siguientes convocatorias.

"Bastaría que nos costearan una parte", asegura Milara, que sostiene que desde que los bomberos del Ayuntamiento comenzaron a ganar pruebas, aumentó la participación de otros cuerpos españoles en estos Juegos. En los últimos fueron más de un millar de todo el país.

Las especialidades en las que triunfan los madrileños, las específicas para bomberos, son para verdaderos jabatos. Entre ellas está el denominado Ultimate Firefighter (algo así como el Mejor Bombero), que consiste en recorrer cuatro circuitos relacionados con su trabajo específico, como el rescate de víctimas o hacer una instalación de mangueras, equipados con chaquetón, casco y equipo de respiración autónomo, que suponen un peso adicional de unos 13 kilos. Madrid se llevó la plata por equipos y en categorías individuales.

Otra de las pruebas es la que llaman del Bombero Completo. Durante una jornada entera, los participantes tienen que demostrar su fortaleza en resistencia, haciendo 5.000 metros de cross; fuerza en lanzamiento de peso (hasta los 40 años, 7,2 kilos y, después, seis kilos), en press de banca (una repetición con el peso máximo), en dominadas (el máximo de repeticiones); y rapidez en los 100 metros lisos y en los 100 metros a nado, estilo libre, así como en la trepa de cuerda de seis metros. A todo ello se le añade una pista de obstáculos de unos 400 metros.

Gana el que cumple los tiempos mínimos exigidos y, además, hace el mejor tiempo posible en la suma de las pruebas. En ellas los tres equipos madrileños presentados, cada uno formado por cuatro bomberos, lograron el primero, el tercero y el quinto puesto. Sólo perdieron la plata, que se llevó un equipo americano. También ganaron el oro en las competiciones individuales en cuatro categorías.

Jorge Aunión, a sus 24 años el más joven, guarda ahora uno de esos oros, aunque también tiene una medalla de bronce en la misma prueba por equipos. Él es uno de los que se está planteando que el próximo año no podrá ir, porque se está comprando un piso y apenas puede ahorrar.

Eso a pesar de que dedica varias horas diarias a entrenar, combinando la carrera con el gimnasio o la piscina. "Entrenamos como atletas de élite", asegura.

Pero sólo son bomberos. Cuando no pueden entrenarse en el parque, como es el caso de César Valenciano, de 27 años, plata en 50 metros de natación libre y bronce en 100 metros libres, además de oro en la prueba del Bombero Completo por equipos, no les queda más remedio que hacer lo que el resto de madrileños: ir a la piscina municipal o pagar la cuota de un club deportivo. Para eso no cuentan las medallas.