El mestizaje marca los derroteros en el Festival de Ballet de Miami
Los bailarines latinos imponen su presencia internacional
Las galas de clausura del X Festival Internacional de Ballet de Miami anteayer sábado y ayer domingo llenaron el imponente aforo de más de 3.000 localidades del Jackie Gleason Theater demostrando el interés por la danza clásica y su actual situación globalizada de mestizaje y transculturación. La presencia española fue Ramón Oller y sus bailarines de la compañía Metros, pero la gran expectación estaba dada por la participación del primer bailarín cubano Rolando Sarabia, calificado la semana pasada por el New York Times como "la necesaria aparición de un nuevo Nijinsky", que bailó Cascanueces con elegancia excepcional. Otros participantes de gran brillantez fueron el norteamericano de origen indio Rafta Thomas, el también cubano Osmay Molina (actualmente primera figura del Ballet Nacional de Puerto Rico) y los argentinos del Teatro Colón de Buenos Aires Silvina Perillo y Alejandro Parente, en un más que meritorio Grand pas classique.
La idea de celebrar este décimo aniversario viendo el ballet como un arte en evolución estaba ya presente en el cartel y la exposición temática realizado por el prestigioso pintor cubano residente en Nueva York Jesús Selgas, que aludía a la presencia de las mitologías tanto africana como grecolatina en las temáticas más eternas del ballet. Los premios Una Vida por la Danza y la medalla de oro del festival recayeron, respectivamente, en el ex bailarín y empresario de origen húngaro Paul Szilard y la legendaria primera bailarina francesa y musa de Balanchine, Violette Verdy. Ambos poseedores de una gran sabiduría profesional se mostraban exultantes ante el despliegue técnico de las nuevas generaciones.
A la cita faltó, por una lesión en un pie, el bailarín del ballet de Boston Daniel Sarabia, hermano del anterior, que también hace apenas unos meses desertó de las filas del ballet cubano pasando clandestinamente la frontera de México hacia Norteamérica. También, como contrapartida de la tradición europea, la espumante pareja del Ballet de la Ópera de Viena formada por Eva Peters y el rumano Gregor Hatala; del Ballet de Stuttgart y de la Ópera de Berlín formaron pareja la estonia Katia Wunsche y el serbio Ronald Savkovic.
Babelia
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