_
_
_
_
Crónica:BALONCESTO | Campeonato de Europa
Crónica
Texto informativo con interpretación

El juego español, en números rojos

Israel pone en evidencia los defectos de España, que pese a la derrota se clasifica

Robert Álvarez

El abrumador triunfo sobre Serbia valió por dos visto el desastre de partido que cuajó el equipo español frente a Israel. La derrota fue concluyente (85-77). España empezó el partido de mala manera y perdió el hilo definitivamente en los primeros compases del tercer cuarto. A partir de entonces fue incapaz de rebajar su desventaja, casi siempre superior a los diez puntos. Entre la impotencia y la resignación, España jugó los últimos minutos con la mente puesta en la barrera de los 17 puntos que podía ceder como máximo para evitar la pérdida del primer puesto. La plaza de privilegio, unida al triunfo previsible de Serbia ante Letonia, le clasifica directamente para disputar el viernes los cuartos sin necesidad de pagar el peaje de una eliminatoria de octavos de final. Tan metida en el partido ante Serbia que ganó por 19 puntos (89-70) como destensada y desafortunada ante Israel, España rozó el desastre cuando perdía por 13 puntos (77-64), a falta de seis minutos para el final del partido.

Más información
Toque de atención
"Teníamos que haber corrido"

La nula incidencia de la derrota en el apartado clasificatorio no evita la acumulación de dudas sobre la osamenta del juego español. Superada la que se daba por supuesto que fue la jornada tonta del torneo gracias a que Navarro y Garbajosa enmendaron la plana ante Letonia, el partido frente a Israel parecía idóneo para seguir engrasando la máquina. Sucedió lo contrario.

Navarro no tuvo su día, lo cual no debiera tener mayor consecuencia si el equipo hubiera aportado a través de otros hombres su trabajo y su tiro exterior. No fue el caso. Tampoco le pudo enmendar la plana Rudy Fernández, que jugó 14 minutos y que no pudo lanzar ni una sola vez a canasta. Buena parte de la culpa no fue suya, sino del juego del equipo, de la defectuosa circulación de la pelota y de sus intentos infructuosos por compensar su desequilibrio en ataque, donde casi todos los balones fueron a parar bajo el aro israelí, a manos de Garbajosa y Felipe Reyes.

Careció España de recursos para sorprender a la abierta y agresiva defensa israelí, a la que, dada la manifiesta inferioridad de sus pívots, no le importó acumular el doble de faltas que España (35 por 17) ni tampoco encajar 31 puntos desde la línea de tiros libres con tal de romper cualquier asomo de continuidad en el ataque español. El resultado es que España enlazó mal su juego en ataque, perdió 17 veces el balón y sólo lo recuperó en 9 ocasiones, un desequilibrio que no pudo compensar con su dominio en el rebote (37 capturas por 31 de Israel). España lanzó 54 tiros de campo, 11 menos que su rival.

Al flojo partido ofensivo de Navarro, se añadió durante los dos primeros cuartos la mala pinta del juego desplegado por Carlos Jiménez. El alero, que asegura no estar perturbado por el tan traído y llevado asunto de su trasvase del Estudiantes al Madrid, no atraviesa por su mejor momento. No jugó bien contra Serbia, tampoco contra Letonia y ante Israel le costó dios y ayuda meter una canasta. Su concurso es casi imprescindible para el equipo. Levantó un poco el ánimo en el tercer cuarto en el que volvió a reivindicarse en los apartados menos espectaculares pero muy valiosos para el equipo: la defensa, cinco rebotes, cuatro robos de balón y hasta siete puntos. Pero está lejos de sus prestaciones habituales y eso lo nota mucho el equipo.

Los jugadores del banquillo estuvieron muy lejos del brillante nivel que alcanzaron en el partido ante Serbia. Cabezas y Sergi Vidal se dejaron ver en algunos momentos pero ni Rudy Fernández, ni De Miguel y mucho menos aún Fran Vázquez, al que Mario Pesquera apenas da minutos, lograron aportar gasolina al equipo, muy remiso ante el aro rival y permisivo bajo el suyo. Shelef y Burstein causaron estragos. Garbajosa no estuvo suficientemente listo para cortarle las alas al primero pero tampoco contó con mucha colaboración, mientras que el segundo, un excelente alero anotador no pudo ser frenado por Jiménez ni por Rudy Fernández, ni por la defensa en zona mixta que en alguna fase intentó España.

Garbajosa lucha por el balón que trata de quitarle Kozikaro, a la derecha.
Garbajosa lucha por el balón que trata de quitarle Kozikaro, a la derecha.ASSOCIATED PRESS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_